¿Alguna vez has notado cómo ciertas personas transmiten más confianza al hablar? Todos conocemos a alguien con especial habilidad para brillar en reuniones sociales o laborales, mientras otras tienden a pasar desapercibidas y sus opiniones, a menudo, no son tomadas en cuenta.
Un pequeño cambio en tu lenguaje puede marcar una gran diferencia. Según un artículo reciente de CNBC, eliminar la frase "Creo que…" de tu vocabulario y reemplazarla con una alternativa más asertiva puede aumentar tu credibilidad y capacidad de influencia.
La frase que debilita tu mensaje
Frases como: "Creo que esta estrategia podría funcionar" o "Pienso que deberíamos intentarlo", aunque parecen inofensivas o las utilices por cortesía, estas frases introducen dudas implícitas en tu comunicación. Según expertos en liderazgo y comunicación, estas expresiones reducen tu autoridad haciendo que tu opinión suene como una suposición en lugar de una propuesta sólida y disminuyen tu influencia provocando que los demás puedan percibirte como menos convincente.
"Creo" es un ejemplo de lenguaje minimizador: palabras y frases que suavizan tus afirmaciones y te hacen parecer menos seguro de ti mismo. Otras expresiones minimizadoras comunes incluyen "quizá", "tal vez" y el uso abusivo de formas condicionales como "podríamos", "estaría bien", etc.
Si bien utilizar estas palabras puede parecer cuestión de educación, lo cierto es que pueden diluir tu credibilidad y hacer que tus ideas sean más fáciles de descartar, especialmente en un contexto profesional.
Alternativas que proyectan seguridad
En lugar de decir "Creo que deberíamos cambiar el enfoque", prueba con:
- "Sugiero que cambiemos el enfoque por X razón"
- "Recomiendo ajustar la estrategia basándonos en estos datos"
- "Propongo que adoptemos X medida alternativa"
Este pequeño cambio refuerza tu confianza presentando tus ideas como contribuciones valiosas, no como meras opiniones y aumenta tu persuasión: las personas respondemos mejor a propuestas claras y directas.
¿Cuándo usar “Creo” y cuándo evitarlo?
No se trata de eliminar por completo expresiones de humildad, sino de adaptar tu lenguaje al contexto:
- Usa "Creo" cuando buscas fomentar discusiones abiertas (ej: "¿Cuál crees que sería la mejor forma de enfocar X?").
- Evítalo cuando necesites proyectar seguridad (ej: presentaciones, negociaciones, liderazgo).
Pequeños cambios, grandes resultados
La forma en que estructuras tus frases influye en cómo los demás te perciben. Al reemplazar "creo que…" con "sugiero", "recomiendo" o "propongo", no solo sonarás más seguro, sino que también aumentarás tu capacidad para influir en decisiones clave.
¿Listo para probarlo? Empieza hoy y observa cómo mejora tu impacto en reuniones, presentaciones y conversaciones importantes.
Para cambiar el hábito, te recomendamos:
- Presta atención: empieza a notar con qué frecuencia dices “creo” y en qué contextos suele aparecer. Te sorprenderá la cantidad de veces al día que usas esta frase.
- Busca ayuda: pide a tus amigos o compañeros de confianza que te avisen cuando la escuchen para ayudarte a identificar el patrón.
- Piensa antes de hablar: hablar más despacio y hacer pausas ya es útil de por sí para parecer más seguro. Además, te ayudará a identificar cuándo estás a punto de decir “creo” a tiempo para cambiarlo.
- Vigila tu lenguaje escrito: “creo” también suele aparecer en nuestra comunicación escrita, especialmente en aplicaciones de mensajería como Slack o Teams. Revisa tu escritura antes de enviarla para asegurarte de ser conciso y usar las alternativas expuestas.
La próxima vez que hables en una reunión, en una presentación o incluso en una conversación casual, recuerda: cada palabra cuenta. Eliminar muletillas minimizadoras es un primer paso hacia una comunicación más clara y convincente. ¿El resultado? Mejores decisiones, más oportunidades y una voz que realmente se escucha.