En Linares, Jaén, la primavera ha traído consigo un fenómeno inusual: los rabilargos ibéricos (Cyanopica cooki) han comenzado a realizar vuelos rasantes regalando picotazos a los transeúntes en zonas como el Paseo de Linares y la calle La Cruz. Estos comportamientos, que incluyen vuelos rasantes, vocalizaciones estridentes e incluso picotazos, han generado preocupación entre la población local.
¿Cuál es el motivo?
Este comportamiento, lejos de ser una escena sacada de una película de Hitchcock, es una manifestación natural de defensa territorial durante su época de cría. Este comportamiento, conocido como “mobbing”, es una respuesta instintiva para proteger sus nidos y crías de posibles amenazas, incluyendo a los humanos que se acercan inadvertidamente a sus zonas de anidación. Este periodo de defensa activa suele durar hasta mediados de junio, cuando los polluelos abandonan el nido y las aves retoman su comportamiento habitual.
¿Qué dice el Ayuntamiento de Linares?
El Ayuntamiento de Linares ha emitido un comunicado tranquilizador, recomendando a los ciudadanos evitar las áreas donde se han detectado nidos, mantener distancia de árboles y arbustos, y no intentar tocar ni acercarse a las áreas de anidación. También se aconseja mantener la calma en caso de un encuentro con estas aves y utilizar sombrillas o sombreros de ala ancha como medida preventiva.
Los rabilargos ibéricos son aves endémicas del suroeste de la Península Ibérica, reconocidas por su plumaje azul y su comportamiento social. Durante la época de cría, forman colonias y exhiben una notable cooperación en el cuidado de las crías, con miembros del grupo ayudando en la alimentación y protección de los polluelos.
Este fenómeno no es exclusivo de Linares; en Cáceres, por ejemplo, se han reportado comportamientos similares durante la temporada de cría. Los expertos subrayan que estos episodios son temporales y parte del ciclo natural de estas aves, que desempeñan un papel crucial en el control de plagas y la biodiversidad local.