En un comunicado, la SEEN afirma que la obesidad es una enfermedad metabólica crónica cuyo tratamiento requiere cambios en la alimentación y en el estilo de vida durante un tiempo y que muchos pacientes que la padecen "buscan y siguen" las dietas de moda, "ilusionados" por la información y testimonios, que en algunos casos son de personajes famosos.
Sin embargo, destaca la SEEN, las consecuencias adversas para la salud de este tipo de dietas "son obvias y diversas", por lo que quiere alertar sobre ellas e informar de las principales características y recomendaciones del tratamiento dietético de la obesidad.
La doctora Irene Bretón, del área de Nutrición de la SEEN, subraya que durante los últimos años han proliferado una serie de propuestas de tratamientos dietético para la obesidad y otros procedimientos "de eficacia no comprobada".
Bretón mantiene que a pesar de los esfuerzos de investigadores, sociedades científicas y organismos oficiales, muchas personas las siguen para adelgazar y llegan "a constituir un auténtico problema de salud pública, ya que pueden provocar deficiencias de proteínas, vitaminas y minerales por falta de consumo de los alimentos y producir efectos psicológicos negativos".
Destaca que desde un punto de vista "quizás algo artificial, pero práctico" estas dietas se pueden clasificar en tres categorías: "pintorescas y mágicas", "especiales" y "pseudocientíficas".
Las "pintorescas", explica la SEEN, son aquellas que no pretenden seguir ninguna teoría científica sino convencer de la facilidad para llevarlas a cabo, mientras que las "especiales" no siguen las recomendaciones habituales de una dieta hipocalórica equilibrada pero "en determinadas circunstancias" y con un control por parte de un médico especialista, se pueden emplear en pacientes concretos.
En cuanto a las "pseudocientíficas", se basan en fundamentos científicos pero su eficacia o seguridad no está comprobada y cita como ejemplo la dieta Dukan.
La SEEN indica que la pauta de alimentación para el tratamiento de la obesidad debe estar caracterizada por ser hipocalórica, equilibrada y adecuada para el paciente, además debe ser duradera.
Bretón abunda en que la dieta adecuada debe aportar una cantidad inferior a las calorías que consume la persona y ese déficit calórico es el responsable último de la pérdida de peso; en general, aconseja un aporte entre 500 y 1000 kilocalorías inferior al consumo energético.