En San Sebastián, donde están cerrados los parques y los accesos a las playas, la pleamar de esa madrugada ha provocado un fuerte oleaje, que ha llegado a los 15 metros de altura máxima en la boya de la capital guipuzcoana situada a 17 millas de la costa, ha informado Aemet.
Sin embargo, el Ayuntamiento ha señalado que no hay constancia de problemas de gravedad a la espera de que los técnicos municipales lleven a cabo una revisión del Paseo Nuevo y las zonas costeras para analizar los daños. Durante la noche se han registrado numerosas incidencias debidas a contenedores desplazados, vallas movidas y algún semáforo roto, entre las que destaca la cubierta de las instalaciones del Real Club de Tenis en las que las rachas de viento han provocado daños importantes.
Las caídas de árboles han provocado problemas en varios puntos de la ciudad, se han levantado varias placas de un mercadillo de Navidad y el viento ha derribado varias vallas que han caído a las vías de Euskotren que han sido retiradas sobre las 6.15 cuando el tráfico ferroviario ha vuelto a la normalidad.
También en Gipuzkoa, en el barrio de Galagarza en Mendaro se ha registrado la inundación del alcantarillado debido al caudal de un riachuelo que ha anegado algunos garajes en los que han tenido que intervenir dotaciones de bomberos para achicar agua.
En Bilbao se ha registrado también la caída de árboles y elementos de algunas obras pero no se han registrado tampoco incidencias especialmente reseñables. La presencia de ramas ha provocado múltiples problemas en la red viaria vasca entre las que destaca la originada en la AP-8 a su paso por la localidad guipuzcoana de Soraluze y en la N-I en Legorreta, sentido San Sebastián. Además la N-636 entre Irun y Behobia ha quedado cortada por la caída de un árbol.
En Bizkaia los problemas más importantes han tenido lugar en la BI-636 entre Bermeo y Mungia y en la Bi-2235 entre Sukarrieta y Mundaka.