La cifra de vehículos eléctricos e híbridos no enchufables que circulan por las carreteras españolas supera ya los 300.000 coches, según cifras aportadas por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). El Gobierno del país espera que este número pueda subir hasta situarse en los 5 millones para el año 2030, aunque la cifra real todavía se encuentra muy alejada de esta meta. Las pocas ayudas económicas, el alto coste de la energía, su baja autonomía y la infraestructura necesaria para su recarga son algunas de las razones por las cuales parecenno prosperar en el mercado español.
Pese a estos desesperanzadores datos, la cantidad de vehículos eléctricos continúa aumentando poco a poco, y junto a ella comienzan a reflejarse cambios en el marco legislativo. Ejemplo de ello es una de las medidas impuestas por la Dirección General de Trafico (DGT), que indica la posibilidad de sancionar duramente a todos aquellos que estacionen incorrectamente en una plaza de recarga.
¿Se puede estacionar en una plaza reservada para vehículos eléctricos?
La Ley de Tráfico indica que este comportamiento es considerado como una falta grave, tal y como se refleja en el Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre. Todos los vehículos de combustión y electrificados que aparquen en un punto de recarga sin conectarse a la red podrían ser sancionados.
Al ser considerada como una infracción "grave" las multas por cometer esta acción ascienden hasta 200 euros. Por lo tanto, esto se aplicaría a todos los coches, incluidos eléctricos, que no utilicen correctamente los puntos de carga.
Los coches eléctricos, más caros que nunca
El precio de este tipo de vehículos se sitúa entre un 40% y un 60%por encima de uno de combustión. Las razones para esta gran diferencia son varias, comenzando por el nicho de mercado que ocupan. Aunque comiencen a ser una realidad, el uso de coches eléctricos no está tan generalizado entre la población, por lo que continúan alcanzando costes de salida muy altos.
El bajo volumen de producción de este tipo de automóviles también parece compartir parte de la responsabilidad, ya que su cuota de mercado no llega al 10%.
El principal problema se encuentra en la batería, una de las partes más caras de este tipo de vehículos. Los componentes químicos necesarios para la construcción de esta parte esencial se encuentran en un periodo de escasez debido a las condiciones de extracción y procesamiento. Uno de los ejemplos más claros es el del carbonato de litio, que aumentó en 38.570 euros su coste en tan solo un año.
Un estudio realizado por la empresa We Predict muestra un análisis exhaustivo de más de 19 millones de coches. Llevado a cabo entre los años 2016 y 2021, señala que el mantenimiento de un coche eléctrico es 2,3 veces más caro que uno de combustión después de haber estado en circulación más de tres meses. A partir del año de uso, este margen se recorta hasta situarse en 1,6 veces más caro. No solo eso, sino que el precio y el tiempo de reparación en caso de avería también es superior, por lo que en general su coste de mantenimiento podría alcanzar hasta más de 800 euros por unidad.