Esta tasa de mortalidad por naufragios y, en menor medida, por casos de violencia registrados en las embarcaciones repletas de personas que intentan llegar a las costas europeas ha convertido al Mediterráneo en la ruta migratoria más letal del mundo.
Tres cuartas partes de todas las muertes de inmigrantes y refugiados a nivel mundial han ocurrido en aguas de este mar, apuntó el portavoz de la OIM, Joel Millman.
El representante de la organización informó de que sólo en los últimos diez días 120 cadáveres han aparecido en las costas de Libia. Las muertes de estas personas deben haber ocurrido "muy cerca del litoral", matizó.
En cuanto a las llegadas de inmigrantes y refugiados por mar hasta Europa, se han reportado 257.186 en este periodo, según ha informado la OIM.