"Son jóvenes con mucha capacidad y mucha fuerza de trabajo, el problema es el idioma y en muchas ocasiones también necesitan alfabetización", explica el responsable de Cruz Roja, organización que ya tiene acogidos a los eritreos que llegaron a finales de año.
Los jóvenes eritreos escapan de la atroz represión que se vive en ese país, en el que se recluta a los jóvenes -hombres y mujeres- para las unidades militares del Gobierno.
"Los refugiados de Eritrea suelen ser personas de origen muy humilde, con poca formación, por eso el primer paso en muchos de ellos es la alfabetización, y después el aprendizaje" del idioma y la orientación laboral.
"Van aprendiendo cositas para defenderse y luego ya inmediatamente se aborda el tema de formación ocupacional para ver cuál pude ser su mayor capacidad para conseguir un empleo", indica.
Sánchez Espinosa ha explicado que en la primera fase de seis meses vivirán en pisos compartidos con la supervisión de Cruz Roja, pero en la segunda etapa, ya deberán alquilar a su nombre una habitación o piso, aunque se mantendrá la ayuda económica y de apoyo social que requieran.
Los 27 refugiados tienen previsto llegar esta tarde al aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas a las cinco de la tarde, procedentes de Roma.