Según el informe 'Necesidades no Clínicas de los Pacientes con Cáncer y Acompañantes en España: una visión multidisciplinar', sólo el 21,3% de los oncólogos médicos y el 31,4% de los enfermeros dicen ofrecer soporte psicológico de manera rutinaria a los pacientes con cáncer que tratan en su consulta.
En el informe, se destacan las lagunas de comunicación entre el oncólogo y el paciente y la necesidad de mejorar la atención psicológica y social ante un diagnóstico tan complicado como el cáncer.
El 90% de los médicos considera, además, que este tipo de cuidados deberían ofrecerse desde la primera visita al oncólogo, pero la mayoría de ellos no lo hace.
También, según explican desde las asociaciones de pacientes, menos de la mitad de los enfermos reconocen haber recibido información sobre este tipo de tratamientos, a pesar de que desde la AECC los consideran muy útiles en el proceso de recuperación.
"Estos tratamientos impactan en cómo come el paciente y en otros efectos que se va encontrando y que le cuesta manejar, como los impactos sociales. Están de baja temporal, reducen sus ingresos y de repente, hay un montón de cosas que ya no son sólo naúseas o vómitos como efectos secundarios", afirma Ana Fernández, de la AECC.
Por eso, la Asociación lanza una serie de recomendaciones entre las que destaca la historia del paciente y pone de manifiesto la importancia de su situación familiar, económica y social.