Los hechos se produjeron en febrero de 2016 cuando la agredida accedió con su perro guía a un establecimiento oriental de esta zona de Madrid, situada en el distrito Fuencarral-El Pardo.
El dueño de la tienda china le increpó que entrara con el can lazarillo, pero la invidente le recordó que la ley española se lo permitía.
Comenzó entonces una discusión y la afectada decidió llamar a la Policía. Pocos segundos después, notó unas voces femeninas orientales que le gritaban y a continuación los golpes que esa mujer propinó con un bate de béisbol.