acusado de violación

La jueza mantiene a Dani Alves en prisión provisional

Dani Alves seguirá en prisión provisional. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Barcelona ha impugnado el recurso de apelación de la defensa de Dani Alves para que se decrete la libertad provisional del jugador de fútbol por la agresión sexual a una joven en Barcelona en diciembre de 2022.

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Europa Press | ondacero.es

Madrid | 12.06.2023 12:06

Imagen de archivo del exjugador del Barcelona Dani Alves
Imagen de archivo del exjugador del Barcelona Dani Alves | EFE/ Fernando Bizerra Jr

La sección 3 de la Audiencia de Barcelona ha confirmado este lunes la prisión provisional del futbolista Dani Alves en la causa por presuntamente agredir sexualmente a una chica en la discoteca Sutton.

En un auto el tribunal rechaza por segunda vez un recurso del futbolista y confirma la decisión del Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona, que también en dos ocasiones ha declinado la petición del jugador de quedar en libertad provisional hasta el juicio.

El tribunal abordó la petición el viernes en una vista durante la que la defensa del jugador alegó que si salía de prisión no huiría porque pretende vivir con sus hijos en Barcelona, donde los ha empadronado y los quiere escolarizar, algo que la acusación particular, que representa a la denunciante, calificó como "un proyecto de vida ficticio".

En este sentido, los jueces consideran que sigue existiendo riesgo de fuga y creen que "la documentación española y el empadronamiento de los hijos menores del señor Alves en España parecen confeccionados ad hoc, prácticamente el mismo día de la resolución que deniega la libertad, para poder alegarlo ante este tribunal"

"A coste de que la defensa evoque 'el día de la marmota' como hizo en la vista, debemos remitirnos a nuestro anterior auto y al extenso análisis relativo al riesgo de fuga", dicen los jueces al valorar los argumentos de Alves sobre su arraigo, y añaden que sus hijos tienen DNI español desde el 5 de mayo y están empadronados desde el 4 de mayo.

Los jueces afirman que los indicios que hace tres meses les parecieron suficientes para mantener al futbolista en prisión provisional permanecen inalterables, afirman que las diligencias que se han hecho desde entonces en la instrucción del caso "no solo no los desvirtúan, sino que los confirman", y destacan el informe sobre las huellas en el lavabo donde se denunció la agresión, que no coinciden con la postura que Alves explicó en su declaración.

Cámaras de seguridad

En esta causa, acusaciones y defensa han apoyado sus argumentos en las grabaciones de las cámaras de seguridad de la discoteca, que cada uno interpreta de forma diferente para respaldar su versión.

Como ya dijo al resolver el anterior recurso, el tribunal señala que esta controversia se abordará en el juicio, no ahora durante la instrucción, si bien adelanten que no comparten la tesis de la defensa y el "particular sesgo" de un informe privado que ha presentado sobre los vídeos, según el cual las imágenes desmienten a la denunciante.

En base a las imágenes, la defensa de Alves ha remarcado que la denunciante estaba en actitud festiva y cercana al jugador antes de entrar al lavabo, a lo que los jueces replican que "dicho comportamiento, aun cuando se tratara de un típico cortejo sexual entre dos adultos como afirma la defensa, no puede en modo alguno justificar una posterior agresión sexual".

En la misma línea, reprochan: "Tampoco puede fundarse la línea argumental para descartar el ataque a la libertad sexual de la joven en que ella entró voluntariamente en el baño. Aun cuando así fuera ello no daría ninguna concesión al señor Alves para imponer el acto sexual", y subrayan que lo que ocurriera antes de que entraran al baño no determina que la chica hubiera consentido tener relaciones sexuales.

La acusación insiste en el alto riesgo de fuga

Ester Vallès, la abogada de la víctima, ha asegurado que el traslado de sus hijos a Barcelona muestran "un proyecto de vida ficticio". Además, de calificarlo de oportunista ya que el empadronamiento se ha realizado en mayo, cuando Alves ya estaba acusado.

Es más, sostienen que la rapidez del traslado es una prueba más del poder económico para poder fugarse en el caso de quedar en libertad provisional.

¿Por qué está en la cárcel?

De acuerdo con el criterio de la Fiscalía y la acusación particular ejercida por la denunciante, la jueza decretó prisión incondicional para el futbolista, al considerar que presenta un elevado riesgo de fuga, dadas sus capacidades económicas y que reside fuera de España.

La magistrada razonó que Brasil no tiene convenios de extradición con España, lo que incrementa el riesgo de que el deportista intente huir de la justicia española y refugiarse en su país de origen.

Alves ha ofrecido varias declaraciones diferentes y la jueza instructora considera que su relato incurre en contradicciones con el resultado de la investigación llevada a cabo por los Mossos d'Esquadra y los indicios recabados en el lugar de los hechos.

Los hechos

Los hechos por los se decretó prisión sin fianza sucedieron la noche del 30 de diciembre en la discoteca de Barcelona, donde el futbolista presuntamente agredió sexualmente a una joven de 23 años.

En el momento de la presunta agresión, la chica avisó a la discoteca y los responsables del local contactaron con los Mossos, quienes la trasladaron hasta el Hospital Clínic de Barcelona. El viernes por la mañana, Alves acudió a comisaría y salió arrestado en un coche policial.

La pena a la que se enfrenta

Dani Alves se enfrenta, tras la última modificación legislativa por la Ley del sí es sí, a una pena de cárcel de entre cuatro y doce años cuando la agresión consista en acceso carnal por vía vaginal. anal o bucal. Hay que tener en cuenta que si hay agravantes esa pena sube, es decir, si se demuestra que hubo violencia, como relata la víctima en la denuncia, la horquilla de penas iría de los siete a los quince años de prisión.

La joven declaró que el futbolista la abofeteó y esto entraría en el agravante de violencia, ya que la ley dice que tiene que haber violencia de extrema gravedad o un trato degradante y vejatorio para la víctima.