Son cinco los pacientes cero, infectados hace 30 años y desconocidos entre sí, que no han desarrollado SIDA sin necesidad de tratamiento médico.
El hallazgo es que los cinco son portadores de una misma familia genética de virus VIH con una característica peculiar: un defecto les impide atacar con eficacia las células y replicarse, con lo que el sistema inmune de los pacientes puede controlarlos.
Esta investigación cambia también el enfoque sobre el SIDA. La potencia de la infección no depende sólo del paciente, sino también del tipo de virus.
Los investigadores han descubierto que la calidad del virus es fundamental en el desarrollo de la infección por VIH.
Existen virus con características genéticas comunes, heredadas y defectuosas que han impedido la progresión de la enfermedad en estos cinco pacientes.
La investigación podría abrir el camino para debilitar a los virus VIH y obtener una vacuna terapéutica, según ha explicado a Onda Cero, Cecilio López Galíndez, del Instituto Carlos III.