es un equiderno protegido

Intervenidas 18.000 holoturias secas en restaurante chino de Cádiz

El Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha intervenido en un almacén de un restaurante chino de Cádiz más de 18.000 holoturias, un equidermo protegido y cuyo precio y pesca furtiva se ha disparado porque en el país asiático se le atribuyen propiedades curativas y afrodisíacas.

EFE

Madrid |

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Las más de 18.000 unidades de holoturias estaban ya deshidratadas y en cajas, listas para su envío postal a diversos establecimientos chinos de España e Italia. Su peso era de 340 kilos, aunque en su estado natural, antes del

proceso de secado, se habría multiplicado por diez, alcanzando los 3.400 kilos, según ha informado este miércoles la Guardia Civil en una nota de prensa.

La operación, en la que también han sido intervenidos 293 caballitos de mar, ha llevado a imputar a cuatro ciudadanos chinos un delito contra la flora y fauna por comercializar una especie protegida por el Convenio CITES. Se trata de los responsables del restaurante chino de Cádiz en cuya trastienda fueron halladas las cajas con las holoturias y los caballitos de mar.

Las holoturias, conocida popularmente como pepino de mar o carajo, habita en aguas andaluzas, especialmente de Cádiz, y tienen un importante papel en el reciclado de nutrientes y en la oxigenación del sedimento de los fondos marinos, por lo que es una especie de gran valor ambiental y protegida.

Su captura está totalmente prohibida "debido a que se pone en serio riesgo el equilibrio del medio marino al realizar este espécimen una función de limpieza y depuración de las aguas fundamental", explica la Guardia Civil. Desde hace años su pesca furtiva se ha disparado por los enormes precios que alcanza la especie en el mercado asiático, donde se le atribuyen propiedades curativas y vigorizantes.

Como respuesta "a las capturas masivas y al comercio ilícito que se está produciendo en nuestras costas sobre este espécimen autóctono, y de vital importancia para el equilibrio de los ecosistemas marinos", la Guardia Civil mantiene bajo vigilancia este tráfico.

En estas pesquisas los agentes hallaron "fundadas sospechas" de que los responsables de un restaurante chico de la capital podrían estar comprando a pescadores furtivos de estas especies grandes cantidades de ejemplares y realizando envíos a distintos establecimientos regentados por ciudadanos de la comunidad asiática.

Nada más comenzar la inspección del local, los guardias civiles encontraron en el almacén una veintena de cajas de considerables dimensiones en las que se almacenaban miles de ejemplares de esta especie, ya deshidratados, así como numerosas bolsas conteniendo cientos de caballitos de mar, de todos los tamaños y también secos.

Las cajas estaban ya listas para su envío a través de paquetería exprés a establecimientos de Madrid, Soria, Asturias y Liguria, en Italia. El Centro de Investigaciones y Estudios Marinos (CICEM), en la localidad de El Puerto de Santa María, ha confirmado que los caballitos de mar pertenecen a la especie Hippocampus ravulosus, que además de estar en el Convenio CITES, desde el año 2013 figuran en la Lista Roja de Especies amenazadas de la IUCN (Internacional Union for Conservation or Natrue ans Natural Resources).

Esta especie también es muy apreciada en la medicina tradicional asiática, que le atribuye similares propiedades que a las holoturias. Las diligencias policiales junto con los investigados y efectos intervenidos, han sido puestas a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de guardia de Cádiz y de la Fiscalía de Medio Ambiente.