La notable mejoría experimentada en la evolución del incendio, que se encuentra sin llama permitió primero, en la tarde del viernes, rebajar la alerta de 2 a 1, después de que se mitigase el peligro de que las llamas alcanzasen dos pueblos y una gran masa arbolada de unas 30 hectáreas, y finalmente el domingo por la mañana se situó en nivel 0.
El operativo que sigue trabajando en la extinción de este incendio lo componen de cuatro cuadrillas de tierra, una autobomba, dos buldózer y cinco agentes medioambientales.
Este incendio se estabilizó a las 07.00 horas del pasado 14 de julio, aunque se reavivó a la mañana siguiente con una gran virulencia hasta el punto que el operativo de extinción llegó a rozar el medio millar de personas.
En las tareas de extinción resultaron heridos dos trabajadores de la autobomba perteneciente a la Mancomunidad de La Cepeda.
También se mantenían activos esta mañana en la provincia de León otros dos incendios localizados en Omañón (Riello) y Villarrubín (Oencia), ambos controlados.