Viajar a la luna o a algún planeta lejano desde la habitación de un centro hospital es posible desde hoy para los niños ingresados en la planta de oncología pediátrica del Materno Infantil del Gregorio Marañón de Madrid, una experiencia que pretende hacerles su estancia un poco más llevadera.
Fernando tiene 3 años y es uno de los pequeños "astronautas" que va a disfrutar de una de las estaciones lunares en las que se han convertido dos habitaciones del hospital, las destinadas a albergar a niños con tratamientos de larga duración y necesidades especiales de aislamiento.
Las habitaciones cuentan con una decoración futurista que simula una nave espacial y están dotadas con funciones domóticas y avances tecnológicos, aplicados por primera vez en un hospital en España, que permiten la simulación de un viaje por el espacio a otro planeta, la recreación de un amanecer y un anochecer o que el niño desde la cama contemple el firmamento.
Una experiencia que ya está viviendo Fernando, un niño vivaracho y parlanchín que, vestido de astronauta, ha sido hoy el encargado de recibir a Cifuentes y a Duque en el pasillo de entrada a la planta, también decorado con motivos espaciales y constelaciones.
A las estaciones espaciales se accede después de marcar un "código secreto" en una pantalla y, ya dentro, el niño se encuentra en un lugar mágico con una mascota robótica interactiva, Pleo, de cuyo cuidado será responsable.
El "pequeño astronauta" controla la habitación desde una tableta. Puede elegir la intensidad, el color y la ubicación de las luces, la música, el sitio desde el que desea jugar a la Play Station y puede refugiarse en una cápsula espacial que pende de la pared, en la que solo puede estar él.
Desde la nave se puede viajar al espacio. Pantallas gigantes en dos paredes y en el techo proyectan imágenes junto con un sonido envolvente que simulan distintos viajes a planetas desconocidos con todo tipo de acompañantes divertidos y diferentes.
La iniciativa ha sido muy bien acogida tanto por los padres de los niños ingresados como por el personal sanitario que los atiende, que a partir de ahora se convierte en el "control de tripulación".
Proyectos como este "ayudan muchísimo" a olvidar que estás en un hospital, ha asegurado Marina Gómez, madre de Fernando, que desde el pasado mes de agosto sufre un neuroblastoma, y al que aun le queda un largo camino por delante: tiene que acabar el tratamiento de quimioterapia antes de someterse a una operación y a un autotrasplante.
De la misma opinión es la enfermera Alicia Carmona, responsable de la unidad de hospitalización de oncohematología de este centro sanitario, quien ha considerado que va a hacer la estancia de los niños "un poco más llevadera" y les va a ayudar a mantenerlos un poco más despiertos y que no requieran "tanta analgesia".
También el proyecto puede ayudar a mejorar la adherencia al tratamiento del niño, ha señalado la doctora Elena Cela, pediatra especializada en oncología. La habitación -ha dicho- se convierte en un lugar de juego para unos pequeños pacientes cuya capacidad de movimiento está muy limitada.
La presidenta madrileña, acompañada de Pedro Duque, el consejero de Sanidad de la Comunidad, Jesús Sánchez Martos, y el "Hombre de negro", presidente de honor de Juegaterapia, han realizado un recorrido por la planta del hospital y han podido observar de primera mano esta "aventura".
Tras la visita, Cifuentes ha valorado la iniciativa, que va a permitir a los niños ingresados y sus familias, "pasar mejor un duro trance", en el que "el entorno es fundamental", a la vez que ha agradecido la labor de la fundación, gracias a la cual "estamos llegando donde la sanidad pública no puede".
Cifuentes ha recalcado que el proyecto forma parte del programa de humanización de los hospitales madrileños, que pretende no solo ofrecer los mejores tratamientos sino también "dar una sanidad más cercana".
Por su parte, Pedro Duque, vestido con un traje de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha bromeado al asegurar que el objetivo a largo plazo es que alguno de los niños de la planta de oncología sea el próximo astronauta español.
"Realmente" parece un proyecto de la NASA, ha dicho Mónica Esteban, presidenta de Juegaterapia, una fundación que "no puede curar, pero sí regalar estas medicinas mágicas".