VIOLENCIA MACHISTA

Igualdad anuncia el control mediante pulseras a los agresores sexuales beneficiados por la ley del 'solo sí es sí'

Igualdad ha detallado las medidas urgentes ante la revisión a la baja de las penas por la ley del 'solo sí es sí', ordenando la instalación de pulseras a las víctimas que se sientan amenazadas por la excarcelación de sus agresores.

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Belén Gómez del Pino

Madrid | 17.01.2023 18:29

El Ministerio de Igualdad ha presentado este martes la Estrategia estatal para combatir las violencias machistas 2022-2025, compuesta por 266 medidas y dotada de un presupuesto de 2.308 millones, que incluye partidas de los distintos departamentos ministeriales.

La estrategia fue aprobada el pasado noviembre por el Consejo de Ministros, pero no se precisó entonces su respaldo económico, hecho público hoy en un acto encabezado por la ministra de Igualdad, Irene Montero; la secretaria de Estado, Ángela Rodríguez; y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell.

La propia Rosell ha explicado que ha dado la orden para que se atiendan en un plazo de 24 horas las peticiones judiciales de la instalación de dispositivos telemáticos formuladas por aquellas mujeres que se sientan amenazadas por la salida de sus agresores en virtud de la ley del 'solo sí es sí'. Pese a que no está licitado todavía, la delegada del Gobierno ha "actuado" ante la indefensión de las víctimas: "Di la instrucción en diciembre ante las noticias de revisiones de penas sorpresivas o excarcelaciones de que se atienda en 24 horas la petición de estas víctimas afectadas".

Además, se ha acordado una medida similar con los dispositivos Atenpro, los servicios de teleasistencia para protección de las víctimas. Igualdad ha ordenado que se faciliten altas extraordinarias para mujeres cuyos agresores sexuales hayan visto recortada su pena y estén en libertad por la ley del ´solo sí es sí'.

Además, según ha explicado Montero, la estrategia ordena a "modo de caja de herramientas o manual de instrucciones" las competencias de cada administración, las distintas responsabilidades y los instrumentos para luchar contra todo tipo de violencia machista, desde la ejercida por las parejas o exparejas, a la violencia sexual, la vicaria o la digital.