El hombre salió con éxito de la operación, pero el problema empezó cuando regresó al hospital seis días después de la operación quejándose de fuertes dolores en el cuello y en la faringe que le provocaban dificultades para tragar.
Los médicos le hicieron una radiografía de la garganta y encontraron un objeto semicircular que estaba sobre sus cuerdas vocales.
El misterioso objeto resultó ser la dentadura postiza del propio hombre y es que él mismo se había tragado su propia dentadura.
Los médicos creen que se la debió tragar durante la operación de abdomen y tras este suceso recomiendan quitarse siempre dientes postizos o placas dentales antes de una intervención para evitar precisamente problemas como este.