Las piscinas, ya sean públicas o privadas, están sujetas a una normativa que varía según la comunidad autónoma y el municipio, pero que en todos los casos busca preservar la seguridad y el bienestar de los usuarios. Las sanciones por incumplir estas normas pueden ir desde leves advertencias hasta cuantiosas multas económicas y la expulsión del recinto. A continuación, detallamos los siete motivos más frecuentes por los que te pueden multar en una piscina en España.
Colarse sin pagar o sin autorización
Acceder a una piscina municipal sin abonar la entrada o sin autorización expresa puede suponer una multa de hasta 1.500 euros, considerándose una infracción grave en la mayoría de reglamentos municipales.
Llenar la piscina durante restricciones por sequía
En situaciones de alerta por sequía, llenar una piscina privada con agua potable sin sistema de recuperación puede ser sancionado con multas que van desde los 30 euros (infracciones leves) hasta los 1.800 euros en los casos más graves, dependiendo de la localidad y la gravedad de los hechos.
No legalizar la piscina privada
Construir o mantener una piscina sin la correspondiente licencia o sin cumplir con los trámitesadministrativos exigidos puede acarrear multas de entre 500 y 3.000 euros, según la normativa local.
Incumplir las normas sanitarias
No respetar los requisitos sanitarios, como la calidad del agua, la limpieza o el mantenimiento adecuado de las instalaciones, puede derivar en sanciones que oscilan entre los 180 y los 3.000 euros, especialmente en piscinas públicas o de uso colectivo.
Uso indebido de las instalaciones
Deteriorar, sustraer o destruir elementos de la piscina, así como utilizar las instalaciones de forma inadecuada (por ejemplo, saltar desde zonas no habilitadas), puede conllevar multas de hasta 900 euros y la expulsión temporal del recinto.
Molestar gravemente a otros usuarios
Comportamientos que perturben de forma grave la tranquilidad y comodidad de los usuarios, como reproducir música sin auriculares o comer fuera de las zonas habilitadas, pueden ser sancionados con multas de hasta 750 euros.
Desobedecer al personal o agredir verbal o físicamente
La desobediencia reiterada a las indicaciones del personal, así como las agresiones verbales o físicas, están tipificadas como faltas graves o muy graves y pueden suponer sanciones económicas de hasta 3.000 euros, además de la prohibición de acceso a la instalación por varios años.
El cumplimiento de las normas en las piscinas no solo es una cuestión de convivencia y respeto, sino también una obligación legal cuyo incumplimiento puede salir muy caro. Las sanciones económicas y la posibilidad de ser expulsado o vetado del acceso a las instalaciones son motivos suficientes para extremar la precaución y el civismo en estos espacios de ocio. Antes de lanzarse al agua, conviene recordar que disfrutar de la piscina es compatible con el respeto a las normas y a los demás usuarios.

