Cuando pensamos en sonidos fuertes, siempre pensamos en altavoces, sirenas o taladros, pero nunca en un pequeño gusano de 29 milímetros que vive en el mar. Un equipo de biólogos marinos ha medido el ruido producido por estos gusanos y llega a los 157 decibelios, más que un avión despegando.
El ruido se produce solo cuando estas criaturas se pelean y se retuercen entre sí. Este es el motivo, lo que hacen es contraer sus cuerpos, para luego lanzarse de cabeza contra su oponente. Sonido para desconcertar a su presa y capaz de romper cristales.