Estuvo en Barcelona cuatro horas y debido a los ataques de varios jóvenes de la CUP tuvo que salir escoltado de la ciudad por los Mossos.
La Generalitat alega que este autobús con el lema 'Stop feminazis' y la cara de Hitler atenta contra la libertad, la dignidad y los derechos de las mujeres. Por su parte, el juez dice que no ve delito de odio o discriminación.