El papa Francisco ha recibido un último adiós, en un funeral que se celebró con gran solemnidad en la Plaza de San Pedro y sus alrededores, donde se congregaron miles de fieles y líderes mundiales. La ceremonia ha sido narrada por Carlos Alsina y todo el equipo de enviados especiales de Onda Cero a la ciudad de Roma. El ritual concluyó con un emotivo gesto, el féretro fue alzado frente a la plaza para que los asistentes pudieran rendirle un último homenaje antes de ser trasladado a la basílica de Santa María la Mayor, su lugar de descanso definitivo.
El difunto Francisco fue recordado en la homilía como un pontífice que estaba "entre la gente", "con el corazón abierto a todos" y que "se dedicó sin medida a los últimos de la Tierra y los marginados". "Instauró un contacto directo con las personas y poblaciones, deseoso de estar cerca de todos, con una marcada atención a las personas con dificultades, dedicándose sin medida sobre todo a los últimos de la Tierra y marginados. Fue un papa entre la gente con el corazón abierto a todos", dijo el cardenal decano, Giovanni Battista Re, encargado de oficiar las exequias del pontífice argentino.
Durante el cortejo fúnebre, el 'papa móvil' recorrió las calles de Roma, en un trayecto que duró menos de media hora hasta la basílica de Santa María la Mayor, donde fue recibido por un grupo de minorías desfavorecidas antes de penetrar en su lugar de descanso eterno. Entre los momentos destacados, destaca el encuentro, previo a la ceremonia, entre Donald Trump y Volodímir Zelenski dentro de la Basílica. También asistió Julian Assange, acompañado de su esposa e hijos, en agradecimiento al apoyo recibido por parte del pontífice. La jornada fue una muestra de unidad y respeto internacional en honor a Francisco.