La Fiscalía de Menores ha decidido realizar dos investigaciones separadas en el caso del suicidio de Sandra Peña, la niña de 14 años que se quitó la vida la semana pasada en Sevilla después de que su familia hubiera denunciado el acoso que estaba sufriendo por parte de varias compañeras del centro concertado en el que estudiaba.
Uno de los expedientes se centrará en las alumnas que supuestamente tuvieron algo que ver con este caso de bullying. La fiscalía está a la espera de recibir el correspondiente atestado policial para identificar a las menores y determinar, entre otras cosas, su edad, dado que su hipotética responsabilidad penal variaría en función de si hayan o no cumplido los 14 años.
El segundo expediente pondrá el foco en el propio colegio, en las Irlandesas de Loreto, que en un comunicado, este lunes, ha pedido cautela y responsabilidad hasta que finalice la investigación. La justicia indagará en la actuación de los responsables del centro una vez que tuvieron conocimiento del acoso que sufría la alumna. Ya la semana pasada la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía confirmó que no habían aplicado el protocolo antiacoso.
La familia ha denunciado que lo único que hicieron fue separar a Sandra de sus presuntas acosadoras. El portavoz y tío de la víctima, Isaac Villar, le ha contado en declaraciones a Onda Cero Sevilla que hasta ahora nadie del colegio se ha puesto en contado con ellos.
La Junta también ha abierto un expediente administrativo para depurar las posibles responsabilidades. En los muros del colegio, en cuyos alrededores hay más presencia policial y se viven días de mucho dolor y tensión, han aparecido pintadas contra el propio centro, incluso con el nombre de supuestas acosadoras. Unos hechos que ha condenado la propia familia de Sandra.

