La familia de Primo Rivera (familias Primo de Rivera Oriol, Sáinz de Vicuña Primo de Rivera, Peche Marín-Lázaro, Díez Peche, Peche Moreno y Anós Peche) ha solicitado la exhumación del cadáver de Juan Antonio Primo de Rivera del Valle de los Caídos antes de que se convierta en un cementerio civil con la nueva Ley de Memoria Democrática.
Los descendientes del ex líder de la Falange así lo han requerido al abad del Valle de los Caídos y a la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid y en un comunicado remitido al diario 'La Razón' explican que procederán a su entierro "en el lugar que su familia ha decidido".
La ubicación concreta para la reinhumación de Primo de Rivera aún no se habría decidido, según publica este diario, y la familia ha solicitado ya las licencias correspondientes al Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial.
Una vez obtenidos todos los permisos, los restos de Juan Antonio Primo de Rivera serán depositados en el lugar que sus descendientes han decidido cumpliendo así su última voluntad, recogida en su testamento: "Deseo ser enterrado conforme al rito de la Religión Católica, Apostólica, Romana que profeso, en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz."
Puesto que el artículo 54.3 de la Ley de Memoria Democrática establece que "las criptas adyacentes a la Basílica y los enterramientos existentes en la misma tienen el carácter de cementerio civil", la familia "se considera obligada a cumplir la voluntad de nuestro tío y llevar a cabo la exhumación y correspondiente inhumación de sus restos mortales en un cementerio sagrado de acuerdo con el rito católico".
Con esta decisión, la familia de Primo de Rivera se adelanta al Gobierno, ya que "no ha lugar a la tramitación del procedimiento previsto en la Disposición Adicional segunda de la citada Ley", explican en la nota.
La familia pide también que su exhumación permanezca "dentro de la estricta intimidad familiar", para no ser objeto de confrontaciones entre españoles.
En este sentido,la familia recuerda las palabras de Primo de Rivera: "Ojalá fuera la mía la última sangre española que se vertiera en discordias civiles. Ojalá encontrara ya en paz el pueblo español, tan rico en buenas cualidades entrañables, la Patria, el Pan y la Justicia.”
Según defienden en el comunicado, Primo de Rivera "seguirá manteniendo el sitio preeminente que le corresponde en la memoria de muchos españoles y no podrá ser objeto de más humillaciones".