Han encontrado pues que aquellas personas que se levantan temprano tienen menos riesgo de sufrir enfermedades mentales y que este reloj biológico que tenemos, eso que se llama ritmo circadiano está influido por la genética en mayor peso de lo que se sospechaba hasta ahora.
Es decir, que venimos con unos genes, marcados de nacimiento para que nos cueste la vida levantarnos temprano o no y que trasnochar aumenta el riesgo de padecer por ejemplo esquizofrenia u otro tipo de trastornos.
Además, el ciclo corporal es algo mayor que las 24 horas del día y que es el ojo, el que al parecer detecta la luz y alarma al cerebro de que hay que levantarse.