La sexta ola de contagios de coronavirus cada día deja cifras récord, aunque parece que la velocidad de transmisión del virus comienza a disminuir. A pesar de que, en términos generales, los síntomas de ómicron son más leves y la mortalidad es mucho menor en relación a otras variantes -en parte, gracias a las vacunas-, la explosión de casos positivos no ha ignorado a los niños, que también caen víctimas de esta nueva y contagiosa variante de la Covid-19 frente a la que muchos de ellos todavía no se han inmunizado.
Por ello, se recomienda permanecer alerta y vigilar el estado de salud de los menores. Muchos pueden pasar la enfermedad de manera prácticamente asintomática, pero es muy importante comprobar su estado de salud y tratar de detectar cualquier síntoma que pueda indicar un contagio por ómicron y, por ende, que pueda suponer un peligro para el entorno más vulnerable.
Los síntomas más comunes de ómicron en niños
Hasta el momento, uno de los indicios más característicos de la infección por covid era la pérdida del gusto y del olfato, pero con la aparición de la nueva variante existen otras señales a considerar en pos de detectar si estamos frente un posible caso positivo.
De acuerdo a los especialistas, la sintomatología más característica de una infección por ómicron en niños es la siguiente:
- Fiebre: puede durar hasta tres días y alcanzar los 38 o 39 grados
- Dolor de cabeza y de garganta
- Tos y congestión nasal
- Dificultad para respirar
- Fatiga
- Dolor muscular
- Escalofríos
- Vómitos o diarrea
Otro de los síntomas detectados de manera más frecuente -al menos entre la población adulta-, es la ronquera o afonía. Al parecer, podría ser uno de los síntomas más primitivos y evidentes derivados de una infección originada por la variante ómicron del coronavirus.
Covid grave en niños y adolescentes
A priori, el riesgo de desarrollar una enfermedad grave en los niños infectados con covid-19 es muy bajo, pero la población infantil no está exenta de padecer un cuadro severo de la enfermedad.
Según un estudio elaborado por centros de referencia canadienses y estadounidenses y basado en el seguimiento de niños ingresados por covid, un 3 por ciento de los más de 10.000 casos estudiados presentaron cuadros clínicos muy graves en las dos semanas posteriores a su visita a un servicio de urgencias, que incluyen intervenciones severas, fallos multiorgánicos o, en cuatro de los casos, la muerte.
Las primeras conclusiones señalaron a la edad de los menores: cuanto más mayores eran, aumentaban las probabilidades de experimentar una covid severa, del mismo modo que les sucedía a los pacientes con patologías previas o un alargamiento anormal de los síntomas.
