Las víctimas ascendieron a 1.513 en 2011

En España se viola a una mujer cada ocho horas

En un parque mal iluminado, en un callejón tras una noche de fiesta, en el baño de un bar, de madrugada, en un portal, en el mismo dormitorio. Absolutos desconocidos o gente cercana, incluso familiares. Desde el año 2009 se han registrado en España más de 8.000 agresiones sexuales.

ondacero.es

Madrid | 12.07.2016 13:01

Protesta contra las agresiones sexuales en México
Protesta contra las agresiones sexuales en México | Getty

Sólo este fin de semana en Pamplona y en el contexto de la festividad de los sanfermines se han denunciado ocho agresiones sexuales. Tres de ellas violaciones. No obstante, es un error poner la atención tan solo en los días de celebración Navarra. Desde hace años las cifras no descienden más allá del millar de violaciones al año. Miles de mujeres son agredidas sexualmente cada año: desde el 2009 (año en el que el Ministerio del Interior comenzó a desglosar la estadística) se han registrado más de 8.200 agresiones sexuales con penetración. Tres al día, una cada ocho horas.

Según los datos oficiales (muchas agresiones y violaciones son acalladas por el miedo y vergüenza de la víctima, por lo tanto desconocidas) indican que en el año 2009 se registraron 1.304 violaciones. En 2010 fueron 1.177. En 2011 llegó a su pico más alto, el ministerio llegó a registrar 1.513 agresiones con penetración. Un año más tarde se observó un cierto descenso, llegando a las 1.280 mujeres que habían sido agredidas sexualmente. En 2013 fueron 1.298 y en 2014 un total de 1.239. El año pasado, se contaron al menos 1.127, según las cifras que proporcionó el ministro en funciones, Jorge Fernández Díaz.

A pesar de la cantidad de mujeres víctimas de violaciones cada año y más allá de los protocolos sanitarios de actuación ante agresiones sexuales, no existen mapas de recursos o campañas nacionales como sí se han puesto en marcha para formas de violencia como la mutilación genital femenina o la trata de seres humanos.

"Un tratamiento integral de este problema con especialización de los operadores e intervención coordinada de todas las instituciones, incluidas las judiciales, policiales, sanitarias, educativas y de medios de comunicación resulta necesario para evitar casos como los de sanfermines", asegura María Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Añade que debe considerarse también en la Ley integral como violencia de género cualquier forma de violencia sobre la mujer, no sólo la provocada en la pareja. Sino también la trata con fines de explotación sexual, la mutilación genital femenina, la discriminación por razón de sexo, el acoso por razón de sexo y por supuesto, la violencia sexual sobre las mujeres y niñas. "El concepto está en expansión", concluye.

Por otro lado, según la presidenta de la Federación de Asociaciones de Asistencia a Mujeres Violadas, Tina Alarcón, tanto las cifras de los cuatro últimos días en Pamplona, como los números del Ministerio del Interior son sólo una pequeña parte de la realidad porque "de cada seis violaciones, se denuncia una".

Alarcón explica que no hay que olvidar que con la violencia sexual hay que recuperar a una mujer que se enfrenta a la muerte de una parte de su personalidad, de su yo más íntimo. Además, pudiera parecer que los recursos que necesita no son tan inmediatos como los de una mujer que necesita salir de su casa, que tiene hijos y necesita un hogar. "Es muy dificil hacer entender que todo el apoyo que necesitan".

Desde la Federación de Asistencia a Mujeres Violadas se advierte de la necesidad de poner campañas en marcha e inyectar recursos para dar educación en prevención a los adolescentes porque asegura Alarcón que en "los últimos cinco o seis años" se ha perdido el apoyo institucional y se ha dejado de proporcionar este tipo de formación en las aulas.

La presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, llama a la educación de los jóvenes porque "hasta ahora, en lugar de reivindicar y demandar socialmente que sean educados en que deben respetar a sus compañeras, en que no deben violar. Se ha hecho lo contrario, se ha enseñado a las chicas a defenderse".