Los Estados miembros dedicaron 716.000 millones de euros en 2015 a educación, que supone un 4,9% del PIB comunitario. Esta partida fue la cuarta más importante de la UE hace dos años, por detrás de la protección social (19,2%), la salud (7,2%) y los servicios públicos generales, como asuntos exteriores y transacciones de deuda pública (6,2%).
Los únicos países del bloque comunitario que destinaron menos parte de su PIB a educación fueron Rumanía (3,1%), Irlanda (3,7%) y Bulgaria e Italia (ambos un 4%). Levemente por encima de España se situaron Alemania y Eslovaquia (4,2%) y Grecia (4,3%).
Por el contrario, los socios europeos que destinaron un mayor porcentaje de su PIB a educación fueron Dinamarca (7%), Suecia (6,5%), Bélgica (6,4%), Finlandia (6,2%), Estonia (6,1%) y Letonia y Portugal (6%).
En cuanto al gasto en educación por habitante, encabezan la clasificación Luxemburgo (4.685 euros), Dinamarca (3.368 euros ) y Suecia (2.977 euros). Sin embargo, Rumanía (248 euros), Bulgaria (250 euros) y Croacia (494 euros) registraron los menores niveles de gasto en educación por habitante. La media de la UE fue de 1.405 euros por habitante.