A raíz de una consulta popular, la Comisión Europea decidió hace unas semanas poner fin a los cambios y que cada país eligiera el horario en el que se queda. En España una comisión creada por el Gobierno analiza pros y contras, aunque los ciudadanos parecen decantarse por el de verano.
Los expertos se inclinan más por el de invierno y en cualquier caso, que sea el mismo en toda la Unión. El domingo tendremos una hora más de sueño, a las tres de la mañana retrasaremos los relojes una hora.
El siguiente cambio, el de marzo, será el último. Entonces tendremos que haber elegido.