Con la llegada del frío, España se enfrenta a una oleada de gripe en la que los contagios por influenza (gripe) han aumentado. Por lo general, los contagios cuando llega la primavera remiten, pero los expertos se muestran sorprendidos ante la nueva oleada que se ha producido.
"La tasa de gripe de atención primaria, el ámbito asistencial en el que repercuten la mayor parte de los casos, describe una segunda onda estacional de gripe asociada a la circulación de virus de la gripe B, además las mayores tasas de gripe se observan en menores de 15 años", según el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica cuatro tipos de virus de la gripe estacional, A, B, C, D, pero los que causan las epidemias estacional son los de tipología A y B.
Síntomas de la gripe A y B
Según informa el Ministerio de Sanidad, los síntomas gripales de tipo A y B son similares:
- Fiebre
- Tos seca
- Dolores musculares, articulares, cabeza y garganta
- Intenso malestar general
- Abundante secreción nasal
- Dificultad para respirar
La influenza se transmite fácilmente y con bastante rapidez al toser y estornudar, de manera general. La Organización Mundial de la Salud (OMS) avisa que la tos puede ser intensa y durar hasta dos semanas o más, pero que el resto de síntomas pueden desaparecer a lo largo de una semana. En cuanto al período de incubación es de dos días.
Cómo diferenciar la gripe A Y la gripe B
La OMS destaca como única diferencia reseñable que los virus de tipología A pueden encontrarse en animales y personas, y los de tipo B solo en personas. Algunos expertos apuntan a que las epidemias de tipo B son menos comunes.
Los síntomas de la gripe A son de carácter más grave y los de la gripe B son más leves, pero duran más tiempo.
Es importante saber que la gripe A también llamada Gripe Porcina, es una infección que ha sido causado por un virus de tipo A del subtipo H1N1, y que procede de virus animales, por lo que no se asocia con los grupos de virus de la gripe estacionales como la gripo B. Por eso, las defensas de nuestro organismo no han sido capaces de protegernos contra este tipo de virus, sin estar vacunados.