El detenido había sido condenado por un delito de violencia de género y tenía en vigor una condena por la que no podía aproximarse a su mujer a menos de 300 metros, pese a lo cual seguía residiendo en su vivienda con su exmujer y sus hijos, según ha informado la Policía.
El detenido aprovechaba que la víctima era amiga de su hijo, con el que por las tardes se reunía para jugar en su domicilio, para presuntamente obligarla a mantener relaciones sexuales.