Los hechos ocurrieron cuando detectaron en el circuito de inspección en bodega del aeropuerto una maleta de grandes dimensiones que había sido previamente facturada y que portaba bolsas de "tipo orgánico" que crearon sospechas a un vigilante de seguridad, por lo que fue requerida en presencia de agentes para su examen y comprobación por equipos de rayos X, según ha informado la Benemérita en un comunicado.
Ante la sospecha de que se estuviera utilizando un medio simulado para el tráfico de sustancias estupefacientes, se activó un dispositivo con el que se localizó al pasajero y propietario de la maleta. Así, los agentes inspeccionaron el equipaje sospechoso, comprobando que en su interior se hallaban 18,5 kilogramos de tabletas de hachís completamente empaquetadas.
El pasajero, que fue sorprendido y mostró una actitud de nerviosismo al ser descubierto, intentó ocultar y disimular la pertenencia de otra maleta de menor tamaño que llevaba como equipaje de mano y que había estado intentando pasar de forma desapercibida a la zona de embarque del aeropuerto, por lo que los agentes intervinieron esta segunda maleta, hallando en su interior otros siete kilogramos en pastillas de hachís.
Tras realizar la prueba de narcotest al contenido de las dos maletas utilizadas, las sustancias dieron resultado positivo en cannabis, por lo que se procedió a la aprehensión de las tabletas de hachís, que arrojaron un peso total de 25,5 kilogramos de este tipo de sustancia estupefaciente. Por ello, los agentes de la Guardia Civil del aeropuerto detuvieron al varón como el presunto autor de un delito contra la salud pública, así como su puesta a disposición judicial, cuya autoridad ha decretado su ingreso en prisión.