Ellas siguen confiando en el "juicio de Dios". Siempre lo han hecho. Quizás por "señales" como esta. Porque el desahucio de las exreligiosas del monasterio de Belorado, que estaba fijado para este viernes 12 de septiembre, ha sido suspendido. El Juzgado de Briviesca ha decidido aplazar la medida y fijar una nueva fecha para el próximo 3 de octubre a las 10:00 horas, tras la presentación de un recurso por parte de la defensa dentro del plazo legal de veinte días hábiles.
Es un respiro para las hermanas, que veían que el plazo del desalojo terminaba en apenas 24 horas. El juicio se celebró el pasado 29 de julio y la sentencia de desalojo fue comunicada el 31 de ese mismo mes, justo antes del inicio de las vacaciones judiciales. Ahora las religiosas disponen de al menos tres semanas más antes de que se ejecute la orden de desalojo.
La fecha fijada coincide con la vigilia de San Francisco de Asís, lo que las monjas interpretan como una señal de esperanza. Según su portavoz, Francisco Canals, las hermanas se sienten "contentas y satisfechas", confiando en la justicia divina y afrontando la situación con serenidad: "Dios y el tiempo son los mejores jueces", subrayan.
Canals ha destacado que esta suspensión representa "una buena noticia" en un proceso que las monjas viven como una persecución, pero que afrontan convencidas de que encontrarán soluciones: "Son útiles para la sociedad, representan un valor para España y son un ejemplo de liderazgo colectivo. Llevan toda la vida en su convento y aún quedan muchos acontecimientos por delante".
La situación es tensa y no es la más favorable para ellas, pero insisten en mantenerse unidas y en actuar conforme a lo que dicte su fe: "Sabemos que Dios nos ayuda en estos momentos tan difíciles".

