España envejece. Cada vez tenemos menos hijos y más tarde. De hecho, somos el segundo país de la Unión Europea con menos nacimiento por mujer. Según datos de Eurostat de 2020, cada española tiene 1,19 hijos de media. Solo Malta está por detrás de España con 1,13 hijos de media por mujer.
Entonces, ¿no tenemos hijos porque no queremos o porque no podemos? Los que más procrean son quienes tienen un nivel económico mayor y más teniendo en cuenta que, según señala un estudio de la plataforma de ahorro europea Raisin, mantener un hijo desde que nace hasta que se va de casa puede costar más de 300.000 euros.
El estudio revela, además, que esta cifra es más alta si se trata de un niño. Mientras que el gasto por criar a un hijo es de 309.381 euros hasta los 30 años, el coste por tener una niña se sitúa en 301.154 euros para un periodo de tiempo similar. Esto tiene que ver con la edad de emancipación: mientras que las hijas se emancipan con 28,8 años de media, los hombres lo hacen dos años más tarde, con 30,7 años de media.
Tener un hijo es más caro ahora que hace 20 años
La vida ahora es más cara que hace 20 años y eso también afecta a la crianza de los hijos. Según apunta el estudio de Raisin, las responsabilidades asociadas a la crianza han aumentado, pero también su prolongación en el tiempo debido a factores como la precariedad laboral de los jóvenes, algo que lastra su independencia económica y su emancipación del hogar familiar.
Hace 20 años el coste de tener un hijo desde el nacimiento hasta su emancipación era de 218.848 euros. Hoy en día, el coste para el mismo periodo de tiempo se ha elevado considerablemente hasta un total de 309.381 euros. Este cambio se debe a varios factores como el incremento del IPC, que es irregular en función de la edad de los hijos.
El primer año de crianza ha incrementado su coste en un 46.26%, de 7.254 a 10.610 euros, mientras que a partir de los 24 años de los hijos, el gasto anual ha pasado de 3.110 a 4.592 euros, una variación del 47.66%.
¿Cuánto tiempo hay que ahorra para cubrir los gastos del primer años de crianza?
El primer año de vida de un bebé puede llegar a costar a los padres la friolera de 10.610 euros. Esta cantidad supone un 38.19% del salario anual de un hombre y un 40.51% del salario de una mujer.
El tiempo necesario para ahorrar depende mucho de circunstancias personales y del porcentaje del salario que sea posible ahorrar en cada caso. Por ejemplo, un hombre con un salario medio mensual de 2.315 euros tardaría 7 años y 8 meses en ahorrar el coste del primer año de la crianza si ahorra el 5% de su sueldo. Las mujeres, con un salario medio de 2.182 euros, tardarían todavía 6 meses más: a una madre soltera le llevaría 8 años y 2 meses ahorrar la misma cantidad de dinero.
Si el porcentaje de ahorro es mayor, un 20% del salario, podrá verse reducido el plazo para reunir la misma cantidad de dinero a 1 año si están en pareja o a los 2 años en el caso de hogares monoparentales.
Tener un hijo es más caro si eres mujer
El sesgo de género sigue presente en muchos ámbitos de nuestra sociedad, también en la crianza y los cuidados de los hijos. Todavía hoy, tener un bebé impacta de forma negativa en las posibilidades de empleo de las mujeres .
En 2014, la tasa de empleo de los hombres con hijos era del 77.8%. En 2020, esa cifra habría aumentado al 84%, alcanzando su punto máximo un año antes, cuando el 86,7% de los padres trabajaban. Sorprendentemente, estas cifras son en realidad más altas que la de los hombres sin hijos.
En una encuesta de la OCU realizada en 2020, el 72% de las mujeres dijo que les resultaba muy difícil o imposible conciliar la vida laboral y la familiar teniendo un hijo, mientras que en los hombres este porcentaje se reduce al 60%.
Esto explica que, en el caso de las mujeres, las cifras de empleabilidad no sean tan elevadas, aunque parece que se mueven en la dirección adecuada. El 60.20% de las mujeres con hijos tenía trabajo en 2014, mientras que en 2020 había aumentado al 66.00%, porcentaje que aumenta al 70.60% en caso de las mujeres sin descendencia.
Y el impacto económico no es lo único. A la desventaja salarial y de empleabilidad se le suma también el coste de oportunidad asociado a la sobrecarga de los cuidados sobre las mujeres, que asumen una carga mayor en cuanto a responsabilidades, y por tanto un impacto mayor en su carrera profesional. Según un estudio elaborado por el Instituto de la Mujer en 2020, en el ámbito privado, las mujeres asumen la mayor parte del trabajo doméstico y alrededor del 70% de las tareas de cuidados.
