"Lo que yo viví fue un infierno", lamenta Dolores Ruiz, víctima de la dana del 29 de octubre de 2024 que perdió a su marido y sus hijos a causa de las riadas en la provincia de Valencia. "A nadie se lo deseo el sufrimiento que yo viví ese día, jamás se me va a olvidar", señala. "Estoy aquí por ellos, para que se haga justicia, por mis hijos y mi marido".
Estas declaraciones se producen solo un día después de que el presidente de la Generalitat Valenciana haya dimitido de su cargo por su gestión de la dana. "Mazón no hizo bien su trabajo. Cuando él se fue a comer a El Ventorro sabía que el Poyo iba lleno de agua", afirma la víctima. A esa hora, "mi marido y mis hijos ya se habían ido" arrollados por la corriente, ha asegurado entre sollozos. "A las seis de la tarde ya se habían ido; Mazón a las seis estaba comiendo. Es injusto, no hay perdón de Dios".
No hay perdón de Dios
Durante su intervención, Ruiz asegura que le han quitado a su familia: "Me han arrebatado a mis hijos y a mi marido. Ha sido por no haber hecho las cosas bien hechas", insiste.
Llamadas al 112
Recuerda que su hijo llamó "muchas veces" al 112 a las 17:15 horas. Algo que, según asegura, está reflejado en la declaración y que la jueza averiguó la hora. "Mi hijo llamó muchas veces"; decían que habían mandado ya la ayuda, pero era "mentira" porque "no se nos mandó a nadie".
Prometí que iba a pelear mientras tuviera fuerzas
Dolores Ruiz se salvó agarrada a una reja mientras vio cómo la riada se llevaba a tres de sus seres queridos. "A mis hijos se los llevó el agua, y a mi marido detrás. Era las seis de la tarde, era de día, yo no daba crédito. Y por eso estoy aquí, luchando por ellos", asegura. "Prometí que iba a pelear mientras tuviera fuerzas".
La historia de María Teresa Pagán
Por su parte, María Teresa Pagán, que perdió durante la dana a su hermana, su cuñado y su sobrino de cuatro años, ha asegurado desolada ante la comisión que el tiempo no cura la pérdida: "No hay palabras que alivien".
Nunca más volvieron
Aquel 29 de octubre de 2024, "mi hermana salió por la mañana a llevar a su hijo al colegio, llovía con fuerza, nada hacía presagiar la magnitud del temporal. Nadie nos alertó de lo que estaba por venir", ha lamentado Pagán. Por la tarde, alrededor de las 16:30 horas, "mi hermana y su pareja salieron de nuevo de casa para recoger al pequeño. Nunca más volvieron".

