Según el último balance publicado por el Ministerio del Interior, en los diez primeros meses del año han sido interceptadas 1.775 embarcaciones, un 88,6% más que el año pasado, cuando fueron 941.
El grueso de inmigrantes que llegaron por vía marítima (45.541) recalaron en las costas peninsulares y baleares; otros 1.215 alcanzaron las islas Canarias; 572 entraron por Melilla, y 356 por Ceuta.
Paralelamente, otras 5.698 accedieron por los puestos fronterizos de las dos ciudades autónomas, 3.973 por Melilla (un 19% más) y 1.725 por Ceuta, siendo las entradas por esta última las únicas que han descendido respecto a 2017, un -6,8%.
Con todo, estas cifras siguen alejando las históricas alcanzadas en 2006, año de la denominada crisis de los cayucos, cuando entraron sólo por Canarias casi 32.000 personas.