La sentencia de la Audiencia de Bizkaia hecha pública recoge además la inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena y la prohibición de acercarse a la víctima durante 15 años.
En 2014, la familia de la víctima puso los hechos en conocimiento del papa Francisco, quién ordenó una investigación que se cerró por falta de pruebas.
El fiscal pedía tres años de prisión para el exprofesor del colegio de Gaztelueta al considerar probado que abusó sexualmente de manera continuada de uno de sus alumnos, aunque propuso también otra pena alternativa, según el nuevo Código Penal, de 20 meses de prisión que evitaría la entrada en la cárcel del docente, al ser inferior a dos años.
La acusación particular solicitaba una condena de 10 años para el acusado, mientras que la defensa reclamaba su libre absolución.