Ante las olas de calor y el encarecimiento de la electricidad, surgen trucos caseros sencillos para lograr que un ventilador produzca aire con sensación de frescor, sin necesidad de aire acondicionado. Expertos y usuarios coinciden en que, aunque un ventilador no enfría el aire, combinarlo con elementos fríos o humedad puede potenciar su efecto refrigerante.
El truco del hielo o botellas congeladas
Uno de los métodos más populares y efectivos consiste en colocar hielo o botellas congeladas frente al ventilador. Al pasar el aire sobre estos elementos fríos, el flujo se enfría antes de alcanzar nuestro entorno, disminuyendo la sensación térmica.
Una variante práctica es usar botellas de plástico rellenas de agua, congeladas la noche anterior, colocadas firmemente detrás del ventilador con bridas o alambre.
Toallas húmedas y efecto de evaporación
Otro truco eficaz involucra toallas o paños húmedos. Colocando un paño ligeramente húmedo en la parte delantera o trasera del ventilador, el aire genera un efecto de enfriamiento por evaporación.
Incluso se puede rociar agua con un pulverizador antes de encender el ventilador para mejorar la humedad ambiental y, con ello, generar frescor.
Ubicación estratégica del ventilador
Más allá de estos trucos directos, la correcta ubicación del ventilador en la estancia es esencial. Se recomienda colocarlo en una ventana abierta apuntando hacia afuera durante las horas más frescas (madrugada o atardecer), expulsando el aire caliente y favoreciendo una corriente cruzada gracias a otra ventana abierta en el lado opuesto.
Este sistema de ventilación natural es eficiente, económico y ecológico.
Ajuste del ventilador de techo
Si se dispone de un ventilador de techo, ajustar su sentido de giro en sentido antihorario (contrario a las agujas del reloj) permite atraer aire frío desde arriba y repartirlo por la habitación.
En términos energéticos, los ventiladores consumen mucha menos electricidad que un aire acondicionado, siendo una alternativa sostenible y accesible.
Además, agregar un grado de humidificación al ambiente, como colocar una toalla húmeda o rociar agua fría antes de encender el ventilador intensifica la sensación de frescor.
Este enfoque combina movimiento de aire, temperatura baja y humedad controlada para mejorar la comodidad en verano.
Esta serie de trucos caseros permite disfrutar de un ambiente más agradable, con un consumo energético muy bajo, ideal para hogares sin aire acondicionado o para reducir gastos durante el verano.

