Aerolíneas

Cómo un fallo en el baño de un avión se convirtió en un problema de 3.4 millones de dólares para Boeing

El fallo de un cerrojo en los servicios de una de las aeronaves podría obligar a la compañía a desembolsar varios millones para evitar posibles accidentes.

Rafa Sanz del Río

Madrid |

Imagen de archivo de Boeing 747
Imagen de archivo de Boeing 747 | Agencia EFE

Los vuelos a menudo pueden sufrir percances que afecten al correcto funcionamiento del tráfico aéreo, pero la mayoría son errores localizados que suelen incluir procedimientos de seguridad que evitan las posibles consecuencias. ¿Pero qué ocurre si un pasajero se queda atrapado en un servicio y no puede salir? Pues eso es precisamente lo que ocurrió en una aeronave Boeing, lo que provocó que el avión tuviera que realizar un aterrizaje de emergencia y que podría derivar en miles de modificaciones estructurales por valor de $3.4 millones de dólares en los vehículos de la compañía estadounidense.

Así lo dictaminó la Administración Federal de Aviación (FAA) en un comunicado tras el accidente, avisando de que este fallo podría afectar a unas 2,612 aeronaves de Boeing registradas en los Estados Unidos. Según este organismo se recibió un informe en el que se detallaba cómo el pasajero quedó atrapado en el baño durante un vuelo debido a un cerrojo roto en la puerta, lo que impidió abrirla.

A partir de ese momento los asistentes de vuelo intentaron sacarlo de varias formas sin éxito, lo que obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje no programado. Esta maniobra se debe a que según la FAA podría haber riesgo de lesiones graves en un "evento de emergencia", como una turbulencia severa o una emergencia médica.

La agencia identificó cerrojos con cuatro números de parte diferentes que deberían ser reemplazados. La FAA estimó el costo que supondrían estos arreglos, incluyendo el costo de mano de obra y los cerrojos nuevos, cuyo valor podría alcanzar hasta 481 dólares cada uno.

Boeing no da respuesta ante un problema con antecedentes

Aunque parezca increíble, el problema con los servicios durante un vuelo ya ha supuesto un quebradero de cabeza la empresa desde hace tiempo. El mes pasado, pasajeros de Air India vivieron un vuelo de nueve horas sin rumbo fijo. El avión, que se dirigía a Nueva Delhi, regresó a Chicago después de que la mayoría de los baños dejara de funcionar, después de que un pasajero intentara tirar bolsas, trapos y ropa por el inodoro.

Por otra parte, en febrero de 2024, ocho de los nueve baños en un vuelo de KLM desde Ámsterdam a Los Ángeles dejaron de funcionar, lo que obligó al avión a dar una vuelta sobre el Océano Atlántico.

El organismo ha dado como fecha límite hasta el 27 de mayo para responder a la directiva propuesta.