Bill Gates ha escrito un libro en el que explica las claves a tener en cuenta en el futuro para evitar una posible nueva pandemia que azote el mundo. En Cómo prevenir la próxima pandemia, el fundador de Microsoft habla, entre otras cosas, de crear un grupo especial de científicos y de un reparto más equitativo de las vacunas.
Gates hace hincapié en la importancia de dotar a los científicos de las mejores herramientas para la investigación y el desarrollo de nuevas formas para combatir los virus. "Necesitamos desarrollar los sistemas que nos permitirán hacer nuevos tratamientos mucho más rápido en el futuro. Esto incluye mejorar nuestra capacidad para probar y aprobar nuevos productos, así como aumentar la capacidad de fabricación y crear una mejor forma de administrar vacunas para que podamos obtener muchas dosis rápidamente", explica.
El estadounidense propone la creación de una biblioteca de antivirales para combatir los virus respiratorios comunes, la ampliación de incentivos para que los fabricantes de genéricos creen versiones low cost de nuevos medicamentos y la innovación en el diagnóstico y la detección de los virus.
Para Gates es fundamental reforzar los sistemas de salud para que los trabajadores "puedan identificar amenazas potenciales e infraestructuras para informar de cualquier cosa fuera de lo común", y sugiere que se coordinen los servicios de salud del mundo para intentar contener los brotes en los primeros cien días.
"Si hubiéramos detenido la pandemia antes de los cien días, podríamos haber salvado más de 98% de las vidas perdidas. El mundo no estaba preparado para la covid, pero podemos elegir estarlo la próxima vez", aseguró.
Otro de los puntos clave para Gates es el reparto de las vacunas, del que dice que "es injusto e imprudente administrar una tercera inyección a una persona sana de 25 años en un país rico antes de que una sobreviviente de cáncer de 75 años en un país pobre reciba la primera. El mundo debe estar listo para producir suficientes vacunas para todos en el planeta dentro de los seis meses posteriores al descubrimiento de un nuevo patógeno".