¿Quieren los españoles quitarse la mascarilla? A pesar de ser un objeto que nos ha acompañado desde hace más de un año en nuestro día a día, parece que la mayoría de ciudadanos no le tiene un gran cariño y prefieren decirle adiós para siempre.
Así se desprende del sondeo de NC Report para LA RAZÓN, según el cual dos tercios de los españoles, el 64,6%, está a favor de quitarse la mascarilla, frente al 33,6% que se niega.
Entre la población que se muestra favorable a dejar de usar la mascarilla, el 68,7% son jóvenes de 18 a 34 años y hay un 2% que duda. Según aumenta la edad, parece que somos más reacios a prescindir de la mascarilla, ya que los opositores a esta medida tienen 55 o más años.
Por otra parte, el 51,9% de los españoles asegura que no se la seguirá poniendo, frente a un 40,5 que dice que sí y el 7,6% no lo tiene claro.
Son 6 personas de cada 10 las que no dudan de que la seguridad sanitaria está por encima de todo. De hecho, más de la mitad (el 53,9%) del grupo de más edad afirma que seguirá usándola en espacios exteriores. Por el contrario, son los más jóvenes los que más pasarán de ella, un 65,9% asegura que no la llevarán puesta.
¿Dónde es obligatorio el uso de mascarillas?
- En el interior de los locales de hostelería y restauración o comercios.
- En exteriores cuando haya aglomeraciones o no se pueda respetar la distancia de seguridad interpersonal.
- En eventos multitudinarios (conciertos) aunque se realicen al aire libre, y el público esté de pie o sentado pero no se garantice una distancia mínima de 1,5 metros.
- En transporte público (metro, autobús, avión), excepto en los camarotes privados y las cubiertas de los barcos.
- En las residencias de ancianos o de discapacitados: Para los residentes que no estén vacunados (si no se ha vacunado a más del 80%) y para los trabajadores y visitas.
- Trabajadores esenciales en cuyas empresas no se haya alcanzado el 80% de la vacunación.
- En cuanto a los centros penitenciarios en los que haya movilidad de los internos, el uso del cubrebocas, tanto en espacios abiertos como en cerrados, se regirá por las normas específicas que determine la autoridad penitenciaria competente.