La decisión la tienen que adoptar antes del mes de abril como fecha límite, de manera que el último cambio de hora sea en marzo o en octubre del año que viene.
En concreto, será la madrugada del sábado al domingo 27 de octubre ese último cambio. Lo que ha hecho la Comisión Europea es hacer un llamamiento a que de forma inmediata, los países se pongan a trabajar y que como mucho, en siete meses, decidan en qué uso quieren quedarse. Y si permanecen, además, en el horario de verano o de invierno.
"Se trata de que dentro de la libertad de cada país todos hagamos a la vez el cambio definitivo", dice el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Energía, y que afecte lo menos posible a la economía de los estados.
La comisaria de Transportes ha dicho que "necesitamos ser muy claros, no estamos proponiendo que todos los miembros de la Unión Europea tengan el horario de verano o el de invierno. Proponemos que todos lo hagamos al mismo tiempo, pero la elección es de cada país, para elegir en qué zona horaria se quieren quedar".
En España, la comisión de expertos creada por el Gobierno, deberá aconsejar qué es lo mejor y en abril tendremos que comunicar la decisión a Bruselas.