Los bancos de alimentos se preparan para abastecer la demanda, que ha crecido un 40% por la pandemia. La situación de cara al otoño es preocupante porque los niveles de entrada y salida de alimentos no se mantienen igual que antes.
Y es que muchas familias han tenido que aprender cómo solicitar su ayuda para poder seguir adelante con su día a día. Una situación que también se da en los comedores sociales, como atestigua Antonio del Amo, ayudado por Cáritas en la gestión del comedor San José, en la localidad madrileña de Colmenar Viejo.
Fesbal espera seguir manteniendo su stock con la gran recogida anual de otoño, que este año será mayoritariamente a través de bonos o donativos a través de Internet.