POLICÍA

El aviso de la Policía Local a las personas que sacan las sillas o las mesas a la puerta de su casa: "Si pedimos retirarlas..."

La Policía Local ha lanzado un aviso que ha generado un intenso debate en redes sociales y entre los vecinos de numerosos municipios: la tradicional costumbre de sacar sillas y mesas a la puerta de casa para "tomar el fresco" está sujeta a regulación y puede ser objeto de sanción.

ondacero.es

Madrid |

El aviso de la Policía Local a las personas que sacan las sillas o las mesas a la puerta de su casa: "Si pedimos retirarlas..."
El aviso de la Policía Local a las personas que sacan las sillas o las mesas a la puerta de su casa: "Si pedimos retirarlas..." | Pexels

La costumbre de sacar sillas y mesas a la puerta de casa para disfrutar de la conversación y el fresco es una imagen tradicional en muchos pueblos y ciudades de España. Sin embargo, esta práctica, tan arraigada en la vida vecinal, ha sido objeto de un reciente aviso por parte de la Policía Local de la localidad de Santa Fe, Granada, que recuerda la necesidad de respetar la normativa sobre el uso de la vía pública. El comunicado policial, que ha generado un intenso debate en redes sociales, pone sobre la mesa la tensión entre las tradiciones populares y las obligaciones legales, y plantea interrogantes sobre la convivencia y el uso del espacio común.

Tradición frente a normativa

Sentarse en la acera con familiares y vecinos es una imagen habitual en muchos pueblos españoles, especialmente en las noches de verano. Sin embargo, la Policía Local recuerda que, aunque se trata de una práctica arraigada, la ocupación de la vía pública está regulada por ordenanzas municipales. "Sabemos que sacar sillas o mesas a la puerta es tradición en muchos pueblos, pero la vía pública está regulada. Si la Policía pide retirarlas, hazlo por respeto y convivencia. Con civismo y sentido común no hay molestias. ¡Gracias por colaborar!", señala el comunicado oficial difundido por la Policía de Santa Fe en sus redes.

Reacciones ciudadanas y polémica

El mensaje, acompañado de una imagen de varias mujeres mayores sentadas en la puerta de su casa, se ha hecho viral, superando 1,7 millones de visualizaciones y generando un aluvión de comentarios. Muchos usuarios han mostrado su sorpresa y rechazo, señalando la contradicción entre la permisividad hacia las terrazas de bares y la restricción de una costumbre vecinal gratuita.

"Todo el mundo sabe que las aceras son para las terrazas de los bares. El ocio gratuito de charlar con las vecinas no cabe en esta sociedad", ironizaba una usuaria, mientras otros denunciaban el diferente trato que reciben los negocios hosteleros respecto a los particulares.

Qué dice la ley

La regulación de la ocupación de la vía pública varía según el municipio, pero en la mayoría de ciudades y pueblos es necesario contar con autorización para instalar mesas y sillas, incluso en el caso de negocios de hostelería. En ciudades como Madrid o Barcelona, la sanción por ocupar la vía pública sin permiso puede ascender a 750 y 500 euros respectivamente. No obstante, existen excepciones: en Cullera (Valencia), la ordenanza municipal reconoce expresamente como "tradición histórica" el sacar la silla a la calle, permitiéndolo sin necesidad de autorización previa.

En el caso de los establecimientos hosteleros, la normativa suele ser aún más estricta: deben solicitar permiso anual, delimitar el espacio autorizado y respetar distancias mínimas para garantizar la seguridad y la accesibilidad de los peatones. La Policía Local está facultada para ordenar la retirada inmediata de los elementos no autorizados y, en caso de incumplimiento reiterado, el Ayuntamiento puede revocar la licencia de ocupación.

El principio que rige estas ordenanzas es el de convivencia y respeto al espacio común, buscando un equilibrio entre el derecho al descanso, la seguridad y las tradiciones vecinales. La Policía Local insiste en que, si se solicita la retirada de sillas o mesas, debe hacerse por respeto a la normativa y a los demás ciudadanos, apelando al civismo y al sentido común.

Client Challenge

En definitiva, la costumbre de "tomar el fresco" sigue viva, pero está condicionada por la regulación municipal y la necesidad de garantizar la convivencia en el espacio público. La recomendación de la Policía es clara: si los agentes piden retirar las sillas, hay que hacerlo para evitar sanciones y contribuir a una mejor convivencia vecinal.