¿Te has sorprendido alguna vez discutiendo sobre la forma "correcta" de rellenar el lavavajillas? Para el experto en inteligencia emocional Justin Bariso, este pequeño desacuerdo cotidiano encierra una lección mucho más profunda: la manera en que gestionamos las diferencias revela nuestro nivel de inteligencia emocional y nuestra capacidad de liderazgo.
¿En qué consiste la regla del lavavajillas?
La regla es sencilla pero poderosa, y sobre todo hace hincapié en lo que muchas personas testarudas son incapaces de entender: “Hay más de una manera de cargar el lavavajillas.”
Esta frase, aparentemente trivial, es en realidad una guía para gestionar las emociones y las relaciones. Bariso cuenta cómo, tras años de matrimonio, aprendió que no importa tanto cómo se colocan los platos, sino que el resultado es el mismo: los platos se limpian. La clave está en aceptar que existen diferentes formas de hacer las cosas, y que ninguna es necesariamente mejor que otra.
Por qué nos apegamos a “nuestra” manera de hacer las cosas
Las personas tienden a aferrarse a sus propios métodos por varias razones:
- Rasgos de personalidad: Según el modelo de los Cinco Grandes (OCEAN), la apertura a la experiencia, la responsabilidad, la amabilidad y otros rasgos influyen en cuánto valoramos nuestra forma de hacer las cosas.
- Hábitos y recompensas: Los hábitos se forman cuando asociamos ciertas acciones con recompensas. Cambiar una costumbre puede resultar difícil si creemos que la alternativa no será igual de eficaz.
- Necesidad de control: Muchas veces, el deseo de que las cosas se hagan “a nuestra manera” responde a una necesidad de control y a la creencia de que nuestro método es el mejor.
Aplicación en el liderazgo y las relaciones
La "regla del lavavajillas" es especialmente útil en el ámbito profesional y en la vida personal:
- Fomenta la diversidad y la creatividad: Aceptar diferentes formas de hacer las cosas permite que las personas se expresen y aporta nuevas ideas.
- Evita el micromanagement: Los líderes emocionalmente inteligentes dan espacio y libertad a sus equipos, lo que genera confianza y un ambiente de trabajo más saludable.
- Construye relaciones sólidas: La flexibilidad y la apertura fortalecen los vínculos, ya que las personas se sienten valoradas y comprendidas.
- Desarrolla resiliencia: Adaptarse a los cambios y aceptar otras perspectivas ayuda a superar desafíos y a recuperarse de la adversidad.
La próxima vez que te sorprendas discutiendo sobre cómo cargar el lavavajillas, recuerda: hay más de una manera de hacerlo bien. Este sencillo recordatorio puede ayudarte a ser más flexible, comprensivo y abierto, cualidades esenciales para tener relaciones sanas y liderar con éxito. Practicar la "regla del lavavajillas " no solo hará tu vida más fácil, sino que te convertirá en una persona más inteligente emocionalmente.