Este lunes en Más de uno, Manu Marlasca y Luis Rendueles han relatado los detalles del operativo bautizado como 'Cascadia', a través del que la Policía Nacional ha detenido en la provincia de Castellón a tres miembros de la primera célula española del grupo supremacista y aceleracionista 'The Base'. Este movimiento, nacido en Estados Unidos y ahora dirigido desde Rusia, plantea un ideario apocalíptico: acelerar el colapso de la sociedad occidental mediante atentados violentos para instaurar un 'etnoestado blanco'.
Los arrestados, jóvenes con antecedentes por violencia callejera y conexiones con el mundo ultra del fútbol, estaban siendo vigilados desde febrero por la Comisaría General de Información (CGI). El líder del grupo, David Dionis, de sólo 25 años, había comenzado a organizar entrenamientos paramilitares en naves abandonadas y difundía propaganda radical a través de Telegram, donde firmaba como 'MM'.
La guerra racial como objetivo
Según fuentes policiales, estos individuos comenzaron su radicalización en grupos de ultraderecha como España 2000 o Noviembre Nacional. Sin embargo, pronto abandonaron estos entornos por considerarlos "poco activos" y buscaron organizaciones que abrazaran la violencia como herramienta ideológica.
El aceleracionismo —una mezcla de racismo, nihilismo y visión apocalíptica— promueve la acción violenta para desencadenar una guerra racial global. Referentes de este movimiento son los terroristas Brendon Tarrant (autor de la matanza de Christchurch en 2019) y Anders Breivik (Responsable del tiroteo de la isla noruega de Utoya en 2011 donde mató a 69 adolescentes), a quienes consideran auténticos "santos" del supremacismo blanco. Apoyo exterior y posible atentado frustrado
El líder, un estadounidense protegido por Putin
Durante los meses de seguimiento, Dionís intentó replicar su célula en otras regiones de España y mantenía contacto directo con Rinaldo Nazzaro, el exanalista del FBI que lidera 'The Base' desde Rusia bajo protección del Kremlin. La investigación reveló además la compra de armamento real y sospechas de financiación mediante tráfico de drogas o apoyo externo.
La operación se precipitó tras un llamamiento mundial de Nazzaro a cometer "ataques selectivos" para colapsar instituciones democráticas, lo que coincidió con un aumento en los entrenamientos y la adquisición de nuevas armas por parte del grupo español. Según los investigadores, se temía que estuvieran preparando un atentado inminente.
Un joven erudito del odio
Dionís, descrito como un joven "erudito del odio", poseía ediciones de 'Mein Kampf' y una notable capacidad para atraer a otros jóvenes a su causa. A pesar de su juventud, su figura empezaba a consolidarse como referente del supremacismo violento en España, lo que llevó a su detención antes de que pudiera expandir su red.
La operación Cascadia confirma una preocupación creciente entre los servicios antiterroristas europeos: el auge de células supremacistas inspiradas en modelos yihadistas, capaces de operar con escasos recursos pero con un elevado poder destructivo.

