DROGODEPENDENCIA

Un 75% de las personas que consumen cocaína o alcohol sufre ansiedad severa y la mitad ha pensado en el suicidio

Desde 2015, la ansiedad severa entre las personas en tratamiento ha aumentado de un 64% a un 75%. Más del 60% sufre depresión severa y la mitad ha experimentado ideación suicida. Son datos de la Asociación Proyecto Hombre, que revelan el sufrimiento al que están sometidas las personas en tratamiento por adicciones.

Carla Casamayor

Madrid |

La tasa mundial de mortalidad por suicidio se ha reducido casi un 40% : la prevencion y la intervención funcionan
La tasa mundial de mortalidad por suicidio se ha reducido casi un 40% : la prevencion y la intervención funcionan | Pexels Photo

La Asociación Proyecto Hombre ha presentado el Informe 2024 del Observatorio Proyecto Hombre, financiado por el Plan Nacional sobre Drogas. El estudio se centra en la salud mental de las personas con adicciones, la evolución de los perfiles de consumo y las nuevas estrategias integrales de intervención.

Es una realidad. Los trastornos mentales y las adicciones están muy relacionados. Los datos son contundentes: un 75% de las personas presenta ansiedad severa, un 63% depresión severa y el 46% ha pensado en suicidarse, es más, el 30% reconoce haberlo intentado.

Cocaína y alcohol, las sustancias más consumidas

La cocaína (41,6%) y el alcohol (36,1%) representan las drogas principales por las que se pide tratamiento. Una curiosidad, el alcohol es la sustancia principal entre las mujeres, mientras que los hombres presentan un mayor consumo de cocaína. Esto puede deberse a las facilidades de acceso a cada sustancia. El alcohol, por ejemplo, puede obtenerse en un supermercado, mientras que, para obtener cocaína, las vías son algo más complicadas y a veces proviene de entornos más peligrosos.

El cannabis no es una droga por la que el paciente pida tratamiento. Sin embargo, sí que es una sustancia "de fondo", siempre está presente y suele combinarse con otras sustancias. El consumo de cannabis se inicia desde edades tempranas (16-17 años) dada su percepción de "baja peligrosidad".

El alcohol empieza a consumirse con 15 o 16 años, según el informe, y la cocaína a partir de los 20. No obstante, existe un notable retraso a la hora de buscar ayuda o tratamiento. En el caso del alcohol, el proceso desde que empieza a consumirse de forma preocupante hasta que se toma acción se puede demorar hasta 19 años.

Una de las recomendaciones clave del informe es un modelo ambulatorio, que permita compatibilizar el tratamiento con la vida cotidiana, laboral y familiar.

Un perfil más envejecido de persona adicta

La media de edad de la población atendida se ha acrecentado desde los 36 años en 2013 hasta los 40, en 2024. Una edad que sigue siendo plenamente productiva y que pone de manifiesto la importancia de la inserción laboral como factor de ayuda en los tratamientos.

En cuanto al nivel educativo, el 45% de las personas no tiene la Secundaria. Las mujeres son las que cuentan con un mayor nivel de estudios, por lo general, y solo un 10% cuenta con estudios universitarios.

Mujeres y adicción: una vulnerabilidad añadida

Las mujeres en tratamiento presentan, además, vulnerabilidades adicionales por cargas familiares o abusos sufridos en el entorno sociolaboral. De hecho, ellas duplican las cifras de intento de suicidio. Esto subraya la necesidad de enfoques terapéuticos con perspectiva de género. "No es una moda, las mujeres cuentan con más barreras que los hombres. Promovamos entornos de tratamiento inclusivos y accesibles", declara Jesús Mullor, director del Observatorio.

Los datos muestran una realidad compleja, diversa y marcada por grandes desigualdades de género, con una comorbilidad psicosocial importante. Se necesita un modelo de intervención integral, con enfoques y diagnósticos personalizados, sin generalizaciones que tanto daño hacen a los pacientes y a sus familiares. La atención a la salud médica y mental, y acompañamiento familiar también son factores clave a la hora de devolver la dignidad a las personas que atraviesan por una adicción.