La mortalidad femenina por cáncer de pulmón se ha incrementado en la última década a un ritmo cercano al 7% anual. El dato es del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), que trabaja en investigación clínica pero también en promoción de la salud y prevención. Dentro de esas campañas vienen advirtiendo de que los tumores pulmonares terminarían posicionándose por delante del cáncer de mama, que es el que más incidencia tiene en mujeres y el, hasta ahora, más letal para ellas. Detrás, la incorporación más tardía de las mujeres al consumo de tabaco, una tendencia que ahora se ha estancado, pero cuyas cifras siguen siendo insuficientes para frenar el incremento de casos de cáncer de pulmón y su mortalidad asociada en los próximos años.
El cáncer de pulmón es, de todos, el que más fallecimientos arrastra. Se explica por el diagnóstico habitualmente tardío y por la falta de cribados, aunque el proyecto Cassandra pretende actuar justo ahí. De las 23.239 muertes asociadas a este tumor en 2024 -que suponen un incremento del 1,9% respecto a 2023- 6.679 correspondieron a mujeres. "Comparándolo con otros países de nuestro entorno -explica Alberto Ruano, responsable de epidemiología del GECP y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela- vemos que la mortalidad por cáncer de pulmón lleva reduciéndose en mujeres un buen número de años y este patrón es inverso en el caso español y que va a seguir aumentando".

Los datos de 2024 suponen, explica el GECP, un punto de inflexión alarmante y "una muestra -señala Ruano- de la ausencia de estrategias para reducir el consumo de tabaco, políticas efectivas como campañas educativas focalizadas en la prevención del tabaquismo femenino, el refuerzo de las herramientas de deshabituación tabáquicas, la mejora de acceso a ayudas farmacológicas, apoyos psicológicos y el seguimiento supervisado por los profesionales".

Los oncólogos especialistas en pulmón ponen el foco también en que, globalmente, la letalidad del cáncer de pulmón sigue aumentando, como sigue creciendo su incidencia. "Representa -advierte el oncólogo Mariano Provencio, presidente del GECP- una emergencia de salud pública que exige priorizar la lucha contra el tabaquismo, mejorar el seguimiento de la patología y apoyar la investigación, poniendo especial énfasis en los mecanismos biológicos, técnicas diagnósticas y terapias específicas del impacto de estos tumores entre el sexo femenino".