COVID-19

Analizan las mascarillas desechables usadas en la pandemia y descubren algo preocupante: "Una bomba química"

Aurora Molina

Madrid |

Mascarillas desechables. Foto de archivo
Mascarillas desechables. Foto de archivo | Freepik

Faltan pocos meses para que se cumplan seis años del inicio de la pandemia ocasionada por el Covid-19. El uso mundial de mascarillas para limitar su propagación durante meses ha dejado un claro impacto en el medio ambiente, que podría definirse como una bomba química, según sugiere un reciente estudio de la Universidad Coventry (Inglaterra).

A medida que las mascarillas se descomponen, liberan microplásticos y sustancias químicas al medio ambiente. Desde Coventry han analizado cuántos microplásticos y aditivos químicos pueden desprenderse de diferentes tipos de mascarillas desechables, como las quirúrgicas y las filtrantes, que a menudo se emplean en centros sanitarios.

Para ello, los investigadores colocaron mascarillas sin usar en vasos de cristal con agua pura y las dejaron durante 24 horas. Después comprobaron que el agua se había filtrado y posteriormente llevaron las mascarillas al laboratorio para identificar qué tipos y cantidades de microplásticos y productos químicos se habían liberado.

Contaminantes presentes desde el proceso de fábrica

Los resultados evidenciaron que las mascarillas liberan estas sustancias sin necesidad de haber sido utilizadas, lo que sugiere que los contaminantes están presentes desde el proceso de fábrica.

De entre todos los tipos de mascarillas estudiados, los investigadores llegaron a la conclusión de que las filtrantes liberaban de tres a cuatro veces más partículas microplásticas que las mascarillas quirúrgicas estándar.

Las partículas, que eran extremadamente pequeñas, estaban hechas principalmente de polipropileno, un plástico común en la fabricación de estos productos sanitarios. Otros plásticos detectados fueron el polietileno, el poliéster, nailon y PVC, sobre todo en las mascarillas filtrantes.

Este descubrimiento pone en alerta a la comunidad científica del medio ambiente, ya que estos materiales no se descomponen fácilmente y pueden causar daños en los ecosistemas y la fauna.

Liberación de sustancias químicas

Pero no solo la liberación de microplásticos es lo que preocupa a los científicos, sino que a través del estudio se descubrió que las mascarillas también liberan sustancias químicas como el bisfenol B. Este tipo de químicos dañan a los peces y otros organismos acuáticos y, además, también podría afectar a las personas si llega a entrar en la cadena alimentaria.

"Necesitamos replantearnos cómo producimos, usamos y desechamos las mascarillas", apunta la doctora Anna Bogush y autora principal del estudio. "No podemos ignorar el coste ambiental que tiene, sobre todo cuando sabemos que los microplásticos y las sustancias que liberan pueden afectar negativamente tanto a las personas como a los ecosistemas".

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Por tanto, desde Coventry animan a seguir concienciando a la población mundial de estos riesgos. "Tomemos decisiones informadas para proteger nuestra salud y el medio ambiente".

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