Pero el Comité Federal es el órgano en el que hablan los cargos del partido, a puerta cerrada, es la oportunidad para echarle en cara, lo harán algunos, que la oposición en estos primeros meses está siendo muy floja, que hace falta hacer sangre al Gobierno. Es el caso del madrileño Tomas Gómez que pide que el PSOE exija un referéndum para averiguar si los españoles quieren un rescate, solicitud a la que cierra las puertas, por ahora, Rubalcaba.
Podría intervenir también su adversaria Carme Chacón, ella es miembro del comité, aunque en el entorno más cercano al líder esperan y confían en que siga en el segundo plano que adoptó tras el Congreso en el que perdió el liderazgo del partido.
El PSC aprovechará para sacar pecho por el protocolo que negocia con el PSOE para regular su relación (ya saben que PSC y PSOE son partidos distintos, están federados) y que podría contemplar que los catalanes voten diferente del resto de socialistas en el Congreso, que puedan romper la disciplina de voto del grupo parlamentario. Y alguna voz se hará eco del manifiesto de militantes socialistas enfadados, que ya alcanza casi 400 firmas y que exige más democracia interna al grito de "Por un PSOE útil".
En definitiva, será la primera prueba a la que se someta Rubalcaba ante los suyos, pero, ojo, condicionada por unas elecciones inminentes, lo que amortiguará seguro las críticas mas feroces que sí se podrían escuchar si no tuviéramos las urnas a la vuelta de la esquina en Galicia y el País Vasco.
El primer examen de Rubalcaba
El de este domingo es el primer gran examen del PSOE a su secretario general. La ocasión para que el líder mida sus fuerzas, para calcular sus apoyos que, según él, son mayoría.
