La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha llamado por primera vez "guerra híbrida" a la situación a la que se enfrenta Europa contra Rusia. Además, ha advertido del carácter "coherente y creciente" del conflicto y de las amenazas. "Es hora de llamarlo por su nombre: esto es una guerra híbrida y tenemos que tomarlo muy en serio", ha expresado.
En un debate en el Parlamento Europeo sobre la respuesta a la crisis de los drones que han invadido el espacio aéreo europeo, la presidenta ha señalado que "no es acoso aleatorio", sino que son "incidentes calculados". "Es una campaña coherente y creciente para inquietar a nuestros ciudadanos, probar nuestra determinación, dividir nuestra unión y debilitar nuestro apoyo a Ucrania", ha asegurado.
Hay que preparase para "salir de nuestra zona de confort"
La líder del Ejecutivo ha comentado a los eurodiputados que esto requiere "una mentalidad completamente nueva para nosotros", por lo que hay que "estar listos para salir de nuestra zona de confort y explorar nuevas formas de hacer las cosas". Si bien, lo más importante de todo es "disuadir a todos los que buscan dañar nuestro territorio y nuestra gente".
Según Von der Leyen solo hay dos maneras de afrontar esto: "Podemos rehuir y ver escalar las amenazas rusas o nos encontramos con ellos con unidad, disuasión y resolución".
Así las cosas, ha defendido la creación de un muro antidrones en el marco de 'Centinela Oriental', el proyecto de defensa para reforzar el flanco este en todos los aspectos, para así responder a las "campañas deliberadas" contra Europa y defender el territorio de la Unión.
El muro antidrones se extendería a todas las fronteras, también al sur
"Necesitamos un sistema que sea asequible y adecuado para su propósito. Para una detección rápida, una interceptación rápida y, cuando sea necesario, una neutralización rápida", ha añadido. Aunque se pondrá el foco en los países del este porque ahora mismo son la "prioridad", ha defendido que el sistema se expanda a toda la Unión.
Para la presidenta de la Comisión, "no se trata solo de la frontera oriental", sino que la UE tiene que tener un enfoque de "360 grados" para contar con "un escudo para toda la Unión, incluido el flanco sur". Con esto, se da respuesta a las exigencias de España, Grecia e Italia que en la pasada cumbre de los líderes de los 27 en Copenhague manifestaron que las fronteras de la unión "son muy extensas" y que por ello el sistema no debe centrarse solo en el este.

