GRACIAS A LAS IMÁGENES HA SIDO DETENIDO

Un vídeo muestra la brutal agresión que sufrió una joven brasileña a manos de su marido

Las cámaras de seguridad del garaje del bloque de viviendas donde residía la pareja muestran cómo la víctima intenta huir de su marido, pero éste le alcanza en el ascensor, donde le da una brutal paliza hasta que acaba con su vida.

ondacero.es

Madrid | 09.08.2018 13:41

La brutal paliza que recibió una joven a manos de su marido antes de su sospechosa muerte en Brasil
La brutal paliza que recibió una joven a manos de su marido antes de su sospechosa muerte en Brasil | La brutal paliza que recibió una joven a manos de su marido antes de su sospechosa muerte en Brasil

Tatiane Spitzner, una abogada brasileña de 29 años, apareció muerta en la calle tras presuntamente caer desde el cuarto piso de un edificio en una exclusiva zona de Brasil. Sin embargo, ahora han salido a la luz imágenes de las cámaras de seguridad del lugar donde ocurrió el suceso y se puede ver cómo su marido le da una brutal paliza.

Según el informe policial, y tal y como recogen medios locales, los agentes recibieron el aviso de que una mujer "saltó o fue arrojada desde el balcón de un edificio, cayendo en la acera". Hasta que se han visionado las imágenes, todo hacía pensar que la abogada se había suicidado, ya que pasaba por una depresión.

Su marido declaró que no sabía qué había pasado, porque no se encontraba con ella en ese momento, pero varios testigos indicaron que vieron a un hombre arrojar el cuerpo de Tatiane desde el balcón del edificio, lo que hizo sospechar a la Policía.

Ahora, se han revelado unas imágenes donde se puede apreciar la brutal y mortal agresión que la joven sufrió a manos de su marido desde que se baja del vehículo en el garaje hasta que se mete en el ascensor de su domicilio. Es precisamente en el ascensor donde su agresor se ceba con ella y la zarandea de un lado a otro como si fuese un muñeco. Poco después, y ya cuando la joven está inconsciente o fallecida, se ve al hombre que se agacha junto a ella y se pone a llorar.

Por último, se encarga de limpiar el ascensor para que no queden rastros de sangre o huellas que puedan incriminarle. La Policía le ha detenido.